Los países de la Unión Europea (UE) han mostrado sus discrepancias sobre las medidas adecuadas para mejorar el reparto de los beneficios por los precios de los alimentos, con un grupo de Estados más ´liberal´ frente a otro, en el que entraría España, partidario de más medidas a escala europea. El Comité Especial de Agricultura --formado por representantes de los Veintisiete-- ha continuado los debates acerca de los problemas relacionados con el "margen" de las cotizaciones de los alimentos, como por ejemplo la especulación o la diferencia entre lo que cobra el agricultor y lo que paga el consumidor por su comida.

Entre los países, han surgido las "divergencias típicas" entre liberales --como el Reino Unido, Holanda, Suecia, Dinamarca o Estonia-- y los que son más partidarios de impulsar regulaciones para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria --como Francia, España, Rumanía o Italia. La presidencia española de turno de la UE continúa los trabajos para tratar de consensuar, en breve, un documento de conclusiones acerca de medidas en favor de un mejora de la fijación de precios entre agricultores, industria o distribución.

Los países han discutido sobre aspectos como: actuaciones para incrementar la transparencia; códigos de conducta para promover buenas prácticas o una mayor conexión entre la Política Agrícola Común (PAC) y las reglas sobre competencia dentro de la UE. Por ejemplo, en el caso de las normas sobre competencia son los países liberales los que se ponen más alerta y quieren evitar más regulaciones, porque son partidarios de un libre mercado, según las fuentes.