Es un doble honor para mí participar en el jurado de los Premios Turismo Extremadura. Primero, porque me encanta el espíritu que anima los Premios y sus objetivos, la composición del jurado, su nivel de conocimientos, su libertad para decidir y su maravilloso empeño en buscar y destacar la calidad y la excelencia. Y segundo, porque me permite viajar a Extremadura y disfrutar de lo que después de 20 años como director de la revista VIAJAR he aprendido a valorar como el auténtico lujo. Más de uno opina que antes de viajar lejos hay que haber recorrido los paisajes de alrededor. Yo no comparto esa opinión. Creo que para saber valorar lo que tenemos cerca no viene mal darse una vuelta lo más amplia posible por el mundo.

Un cuento de Las mil y una noches, que cautivó a Borges y suma ya versiones en todos los rincones del planeta, relata la historia de un funcionario egipcio que sueña con un tesoro escondido en un puente de Persia, junto al mercado de las especias de Isfahan. El egipcio viaja hasta el puente y allí no encuentra ningún tesoro. Desolado, inicia el camino de regreso. Pero antes escucha la conversación de dos guardianes del puente. Los dos han soñado, la noche anterior, con un gran tesoro. Cuando lo comentan, el egipcio no sale de su asombro: el sueño de los soldados describe su propia casa, en un humilde barrio de El Cairo. Rápido, el egipcio regresa a su hogar. Pica en la pared de la que había oído hablar a los soldados y allí, en su propia vivienda, encuentra un fabuloso tesoro. La moraleja de este bello cuento, Los dos que soñaron, sirve al menos desde que se recopilaron los relatos de Las mil y una noches: hay que viajar para descubrir el valor de los tesoros que tenemos cerca. Viajar y volver a Extremadura, donde los tesoros abundan: los más bellos rincones de España, algunos de los platos más sabrosos, paisajes elegidos por los pájaros, que son quienes mejor los contemplan, cielos cuajados de estrellas, arte, historia, y hasta el más bonito de los cementerios. Celebro que los Premios de Turismo Extremadura caminen ya por su segundo año, distinguiendo lugares, alojamientos, empresas y profesionales unidos por su calidad y por su vocación de servicio a los viajeros.

Espero poder disfrutar de muchas más ediciones, los próximos años. Porque me encanta soñar con tesoros y descubrir, luego, que existen. Aquí, al lado: en Extremadura.