Cuando llega la primavera a Extremadura, sabemos que en unos días podremos disfrutar de las deliciosas cerezas del jerte, viendo ese paisaje verde con miles de lunares rojos que lo hacen tan especial. En poco tiempo también se nos antojará darnos un baño en las más de 60 zonas preparadas para ello, piscinas naturales de las Hurdes, playa en Orellana, o salir a pescar por Alcántara, Cedillo o Alange, el barbo, la carpa, el lucio o por Casar, Malpartida o Arroyo ruta de la Tenca, a buscar esas piezas que dicen que son bocado de Emperadores. Es tiempo de cuidar de la caza que se regenera en el entorno de Monfragüe, o de la Sierra de San Pedro , esas perdices que también se cocinan en los fogones de los restaurantes de Cáceres. De ver volar ya de vuelta a las grullas, esa aves que transitan por espacios como la Siberia o Serena junto con águilas imperiales, reales y perdiceras, alimoches cigüeñas negras y blancas, buitres leonados o milanos, que lo hacen por nuestra más de 30 zepas.

Habrá que sacar tiempo también, para ir al Festival de Teatro de Alcántara, y dicen que a Trujillo hay que ir por lo menos una vez en la vida y ese día hay que aprovechar para comer, que se come muy bien, una ricas sopas de tomate, o un trufado, con un buen queso. Ir a Feria a ver las cruces de flores que han elaboran los coritos para el día de la Santa Cruz, respirar los aires más puros y limpios que se respiran en Cornalvo, cerca de la Maravillosa Mérida a la que iremos a ver las obras del Teatro Romano, visitar las grutas de Fuentes de León en las estribaciones de la Sierra de Aracena, o llegar hasta la mina la Jayona cerca de Fuente de Cantos. Tomar un poco de jamón de Jerez, de Monasterio, de Aliseda, de cualquier sitio de nuestra tierra, para reponer fuerzas con ese maridaje irresistible ‘cava de Extremadura’ y llegar hasta el yacimiento de Cancho Roano, el conjunto tartésico mejor conservado de la península Ibérica.

Es tiempo de caminantes, de viajeros de la Vía de la Plata, esos hombres y mujeres de cualquier parte del mundo que llevarán para toda su vida y en su corazón nuestra tierra. Habrán recorrido la espina dorsal de esta región y cruzado olivares y dehesas ensimismándose con los toros bravos y los cerdos ibéricos. Que cuando están ya casi al final saben decir ‘patatera, migas y Torta del Casar’ que han saboreado nuesto Slow Food. Y subirán millones de fotos y textos hablando de nuestra tierra y harán que otros muchos vuelvan por aquí.

Cuando llega este tiempo, llegarán las romerías, la de la Virgen de la Luz en Arroyo con sus carreras a caballo, la de Jaraíz de la Vera, la de Fregenal de la Sierra en honor a Nuestra Señora Santa María de los Remedios. Llegan las Romerías de San Isidro a Valencia de Alcántara, Fuente de Cantos, La Zarza, Zafra , Don Benito, o, los pueblos comienzan a prepararse para sus fiestas, y comienzan a llegar los turistas.

Unos Turistas con los que compartiremos lo mejor que tenemos, lo nuestro, lo que nos hace únicos. Nuestra tierra y nuestra cultura. Unos turistas que si todo ha salido bien dirán, … ‘Extremadura me queda mucho por ver, tengo que volver’. Disfruten ustedes también de lo que es nuestro.