Hace algo más de una década, un director de cine invitado al FanCineGay, y quien entonces era su pareja, llegaron a un conocido hotel de la ciudad de Badajoz, y al registrarse y preguntarles la recepcionista si querían dos camas y negarlo, percibieron extrañeza y sorpresa en quien les daba la bienvenida tanto al hotel como a la ciudad, al descubrir que dos hombres quisieran una cama de matrimonio. Y aunque no hubiera lugar a ningún problema posterior en el trato por parte del establecimiento, inevitablemente todo esto les generó una incómoda sensación que marcaría su estancia en la ciudad y Extremadura.

Esto, que bien puede pasar en cualquier lugar y cada vez es más anécdota o excepción, fue el germen de una línea de trabajo de Fundación Triángulo y Turismo de Extremadura con el sector, que partió con espacios para la reflexión y la formación, y con la presencia de nuestra comunidad autónoma en Fitur LGBT desde su inicio. Hasta llegar al momento actual, en el que más de un centenar de establecimientos extremeños forman parte del proyecto Extremadura Amable, que visibiliza a Extremadura como un destino turístico de interior de primer orden con total respeto a la diversidad sexual y familiar de las personas LGBT.

Con una particularidad, y esta es el perfil integrador de la propuesta que la comunidad autónoma y los diferentes agentes, públicos y privados del sector, ofrecen al público LGBT como sugerencia al planificar su ocio y su descanso, y es que aunque existan algunas iniciativas principalmente dirigidas al público LGBT, como serían la celebración del Orgullo LGBT en Mérida, Los Palomos en Badajoz, o el Festival de Cine LGBT a lo largo de 25 localidades en su última edición, entre otras, la realidad es que la propuesta y el mensaje real del proyecto es defender que toda la amplia gama de acciones, iniciativas y opciones de cultura, ocio, gastronomía y patrimonio de la comunidad autónoma lo son para toda la población, tengan la identidad de género que tengan y amen a quien amen.

Así las ciudades patrimonio de la Humanidad extremeñas, las grandes capitales, los grandes festivales de teatro y manifestaciones culturales, las sierras y comarcas que ofrecen algunos ecosistemas únicos, como la dehesa de la campiña sur de la zona de Jerez de los Caballeros o los grandes pantanos y atracciones acuáticas de La Siberia extremeña, y por supuesto, los atractivos del norte de la región con cuatro sierras maravillosas y sus valles y gargantas, además del cerezo en flor entre otros muchos encantos, conformarían una oferta turística abierta a todos y todas, y conforman a Extremadura como un destino abierto y plural que recibe con los brazos abiertos a todas las personas. Definen a Extremadura como un destino amable para todos, para todas.

Extremadura Amable como proyecto ha supuesto por tanto la creación de una red de empresarios, servicios, productos, alojamientos y espacios de gastronomía, que se han comprometido de forma específica y firmada con un contrato a respetar la diversidad LGBT y de género de una manera cuidada, especial y amable.

Esa red de establecimiento crece cada año, y desde este año cuentan con un distintivo que visibiliza el compromiso con el respeto a la diversidad, y es además una excelente proyección al exterior de la realidad de la mayoría de las personas LGBT que viven en esta tierra, mostrando que en nuestra región se puede amar y vivir en libertad, por lo que reconocida esta realidad, lo que ofrecemos al visitante es un directorio de recursos turísticos, hoteles, casas rurales, restaurantes, cafeterías, servicios y propuestas culturales y medioambientales completamente comprometidos en la diversidad con las personas LGBT.