Trujillo se prepara para vivir el próximo domingo 1 de abril su gran fiesta, el Chíviri, a la que se espera que acudan 25.000 personas. Fiesta de Interés Turístico Regional, el Chíviri significa un excelente colofón a la Semana Santa. La tradición oral y las fotografías que se conservan sitúan el origen de la celebración en el siglo XIX. Entonces era el Sábado de Gloria la fiesta mayor de la celebración de la Semana Santa en Trujillo. Los niños iban a la plaza Mayor vestidos de pastores, junto con sus corderos, que se vendían en la plaza para después comerlos en el Domingo de Resurrección, según indica el cronista oficial de Trujillo, José A. Ramos. Con el tiempo fue el Domingo de Resurrección el que se convirtió en la principal fiesta de la Pascua en la ciudad.

El Chíviri es una celebración de la Resurrección de Jesucristo. Hecho fundamental en la fe cristiana. Da por finalizado el periodo de Cuaresma y sus abstinencias y se da paso a la música, la alegría y la celebración de la vida. Al objeto de dar contenido a la manifestación colectiva, el Ayuntamiento de Trujillo organiza un festival folclórico en la plaza Mayor en el que participan tanto grupos locales como de otros puntos del país. El festival ya forma parte del espíritu moderno de las fiestas.

Este año se repite la misma fórmula que el anterior. El festival folclórico -que llega a su trigésimo quinta edición- se adelanta al sábado a las siete de la tarde, con la actuación de Coral de Ruada (Orense) y del Grupo de Danzas La Cogolla de Villanueva de la Serena. A las doce de la noche será el primer Chíviri, con la Orquesta Pizarro. Al día siguiente, el Chíviri se celebrará a las 12.30 horas.

Todo ello sucede ante la estatua ecuestre de Pizarro, realizada por Charles Rumsey, mientras los asistentes cantan coplas populares y bailan al son de la flauta y el tamboril en medio de un ambiente de hermandad. El traje popular es una de las más vistosas manifestaciones de este día. Las mujeres van de refajo y los hombres con la tradicional chambra. La composición del traje de refajo es la siguiente: zapatillas, medias, pololos, enaguas, refajo (pollera), faltriquera, mandil, blusa, corpiño, jubón, pañuelo de cien colores y galápago.

Los aderezos son auténticos trabajos de orfebrería especialmente destacables en los delantales, las medias y zapatos, que otorgan un gran colorido a la fiesta. El tradicional pañuelo de color rojo también es otro gran emblema. Tampoco puede faltar el vino de la tierra, eso sí bebido en bota porque no se permite el acceso a la plaza con vidrio.

Más de 100 efectivos componen el dispositivo de seguridad que vigilará la tradicional Fiesta del Chíviri, que se celebra en Trujillo durante el Domingo de Resurrección. Dentro de este centenar de efectivos estará la policía local de Trujillo y de Navalmoral de la Mata; varias patrullas de la guardia civil, con el refuerzo de la USECIC; voluntarios de protección civil; seguridad privada y Cruz Roja, entre otros.

En concreto, este año se repetirá el dispositivo que se ha llevado a cabo en los últimos años, “dados los buenos resultados”, ha señalado el alcalde, quien ha explicado que implicará la prohibición de acceder con envases de cristal a la plaza; la restricción del tráfico rodado en el centro, y la instalación de obstáculos fijos y móviles que impidan la entrada de vehículos a gran velocidad a la zona de mayor afluencia de gente.

LA MÚSICA. Sin duda es la música popular otro de los elementos principales de esta manifestación de alegría por la resurrección de Jesucristo. La letra más conocida fue la escrita por ‘Goro’ y dice: Que Trujillo por las Pascuas yo no sé lo que parece, ay, chiviri, chiviri, chiviri, ay, chiviri, chiviri, chon. Que vienen los forasteros y se cuelan como peces, ay, chiviri, chiviri, chiviri, ay, chiviri, chiviri, chon. Otras canciones que se cantan y bailan son Y por ser la aplicadita, Cuando yo me muera, Rafael de mi vida y El aldeano tiró. La canción que cierra la fiesta hasta el próximo año es Trujillo de mis amores.

Al día siguiente se celebra la tradicional romería en el campo. Tras la gran fiesta urbana, los trujillanos salen al campo a comerse el cordero pascual, elaborado en frite, plato característico de la gastronomía trujillana. Suelen organizarse por familias o grupos de amigos que salen al campo con su comida preparada y hasta ya tarde no regresarán a la ciudad. También se suelen cantar las coplas tradicionales. El Chíviri fue declarado en junio de 1989 Fiesta de Interés Turístico Regional.