-¿Qué ha significado para Extremadura la incorporación de España en la Unión Europea?

--Extremadura ha experimentado un cambio profundo desde los años 80 con la integración de España en la Unión Europea. No hay nada que no haya sido una revolución en la historia de Extremadura que no tenga que ver con la Unión Europea. No solo en el campo de las grandes infraestructuras, sino en aspectos mucho más cotidianos. Así, toda la tecnificación de la Sanidad extremeña fue con fondos europeos. Todo lo relacionado con nuestro aspecto más brillante e innovador, el cambio industrial de los años noventa en la región, tiene relación con la UE, así como lo relativo a la agricultura productiva y de regadío es fruto de una inversión complementada con fondos europeos. Es preciso recordar que cuando entramos en la UE éramos una región más cercana al subdesarrollo. Todo el cambio en los últimos 30 años tiene que ver con ese denominador común que es la Unión Europea. La concepción centralista del Estado español nos había hecho ser una región ultraperiférica y deprimida.

-En estas tres últimas décadas se han mejorado las infraestructuras pero, especialmente el ferrocarril sigue siendo una asignatura pendiente…

-Sobre todo porque todo lo que ha tenido que ver con el cambio industrial podía haber sido mayor si además de la mejora en infraestructuras viarias hubiera habido un cambio en el ferrocarril. Por eso es tan importante actualmente la electrificación de las vías tanto en el trazado del AVE como en el de Sines- Puertollano. Son dos salidas para imprescindibles para Extremadura. No solo hay que mejorar los ferrocarriles que van a pasar por ellas, sino electrificarlas para poder competir con otras regiones y colocar nuestros productos en los puertos españoles, portugueses y en toda Centroeuropa.

-Usted es maestro ¿Conocen los niños y niñas extremeños el funcionamiento de las instituciones europeas?

-En los primeros veinte años de la incorporación de España a la UE la idea de Europa se abrazó de forma entusiasta. Yo soy un europeísta convencido. Después con la llegada de la crisis ésta se ha convertido en el parapeto que tenían los gobiernos. En Madrid todo era ‘culpa de Bruselas’, pero eso no era cierto y hemos desgastado el ideal. Por eso ha habido un cierto alejamiento de las instituciones europeas. No obstante, en general, hay una aceptación grande en Extremadura de ellas, porque los ciudadanos tienen memoria. Pero como no seamos capaces desde muy temprana edad de saber lo que era Europa y Extremadura a finales del siglo XX no podremos entender sus instituciones actuales. Para los chicos y chicas extremeños viajar a un país de la Unión Europea es ahora normal, pero a veces eso puede hacer que no se valore lo mucho conseguido.

-¿Cómo ve la relación de la región con Europa en el futuro?

-España tiene que ser de los países europeos que mayor esfuerzo porque Europa vaya consumando la idea que teníamos en los años noventa, que no solo es económica sino que el modelo social europeo es fundamental. Europa tiene que ser el espacio de mayor nivel de derechos políticos y sociales del mundo. En esa defensa del modelo social europeo regiones como Extremadura tiene que ser puntero. Ahora es cuando hay que hacer el esfuerzo, en un momento en el que la UE no goza de las máximas simpatías de los ciudadanos, que tienen que deslindar lo que son problemas de la economía de los que son de la Unión Europea. También tenemos que poner en valor que si no hubiéramos estado en el euro esta larguísima crisis hubiera supuesto un empobrecimiento del ciudadano insuperable.