Como suele ser habitual, el Mundial de motociclismo es el último campeonato del motor que se pone en marcha. En el caluroso Qatar le toca el turno a las dos ruedas, con un campeonato que mantendrá la tradición de los 125cc, auténtica escuela de campeones, contará con la revolucionaria categoría de Moto2, que sustituye a la de 250cc, y tendrá en los cuatro magníficos de MotoGP a su mayor atractivo en pista.

El calendario, de abril a noviembre, terminará en Valencia, contará con 18 carreras (cuatro en España) y tendrá como gran aliciente saber si los jóvenes campeones de la cilindrada reina --Jorge Lorenzo (22 años), Casey Stoner (24) y Dani Pedrosa (24)-- son capaces de nuevo de poner en aprietos e, incluso, destronar, a un pletórico Valentino Rossi (31), que ya en la pretemporada ha demostrado ser mucho mejor que todos ellos.

Rossi, listo

"Yamaha ha trabajado de maravilla y creo que vuelvo a tener la mejor moto del paddock . La M1 es perfecta, no puede ser mejor y estamos ya listos para afrontar la primera carrera con garantías de éxito". Rossi, que antes de viajar a Qatar acaba de ser nombrado algo así como embajador del Made in Italy por Franco Frattini, ministro de Asuntos Exteriores italiano, está convencido de que Stoner se ha convertido otra vez este invierno en su principal adversario. "Lo he visto muy veloz", ha dicho. Eso sí, en espera de que Jorge (Lorenzo) se recupere de su operación en la mano derecha y de que Dani (Pedrosa) solucione los problemas que, al parecer, tiene con la Honda".

Es evidente que Lorenzo, actual subcampeón y compañero de box (la separación sigue teniendo un muro de por medio), volverá a presentar batalla en la pista. "Voy a Qatar pensando en ganar, pero soy consciente de que no estaré a tope, aunque en muy buena forma". El mallorquín prefiere haberse dañado en la pretemporada que en pleno Mundial. "O, como acaba de ocurrirle a Toni Elías, pocos días antes de que viajemos al primer gran premio: ¡eso sí es auténtica desgracia!". Además, Lorenzo sabe que la Yamaha está a punto y, por tanto, no le ha supuesto un gran desastre perderse entrenamientos de pretemporada.

Quien sí está muy, pero que muy preocupado, es Dani Pedrosa. La nueva Honda, con suspensiones totalmente nuevas, motor mejorado (cada piloto tendrá únicamente seis motores con los que afrontar los 18 grandes premios; cuestión, dicen, de ahorro) y chasis variado, no acaba de adaptarse a su pilotaje. Y eso le desespera. A Pedrosa y a su mánager, Alberto Puig, que acaba de declarar a MotoGP.com: "No vamos a Qatar con la cabeza baja; esto es una carrera de resistencia y estamos preparados".

Más problemas

"Al menos este año llego al primer gran premio de la temporada en perfectas condiciones físicas, cosa que no me solía ocurrir otros años", comenta Pedrosa. "Este año las pegas las tengo en la moto, pues tengo infinidad de problemas que tendremos que resolver sobre la marcha, ya que no hemos sabido hacerlo en la pretemporada".

Puig asegura que no quieren "una supermoto, sino una moto que le permita a Dani pilotar como él sabe". El mánager del tricampeón catalán lo explica así: "Resulta muy difícil trabajar con la presión con que trabajamos