Esto es Assen, la pradera, la catedral del motociclismo mundial. Aquí se corre hoy (11.00 horas, TVE-1) el Gran Premio de Holanda, sexta prueba del Mundial. De un Mundial que, de momento, solo tiene un nombre, un dueño, un dominador, un líder: Jorge Lorenzo. Ayer, cuando le preguntaron si no se aburría de tanto ganador (volvió a lograr la pole position, sí), de tanto subirse al podio, de tanto dominador, dijo con una amplia sonrisa en su rostro: "Pues yo, la verdad, me lo paso en grande, lo siento". Y debió de pensar para sus adentros: como se lo pasaba Valentino Rossi cuando los tenía a todos en fila y, entonces, nadie le preguntaba si se cansaba o no de sumar victorias, vueltas rápidas y poles position.

Es la hora, la semana, el mes, tal vez el año del bicampeón mallorquín y ayer, sin ir más lejos, superó a todos sus rivales con enorme facilidad. "Esto no va a ser Silverstone, donde gané con suma facilidad", dijo ayer Lorenzo, "porque este es un trazado más complicado, más estrecho y aquí será difícil escaparse".

Hoy es sábado, un día poco habitual para un gran premio, pero Giorgio ya ha ganado aquí, en Assen, dos veces, en dos categorías distintas, en 125cc (2004) y en 250cc (2006), así que hoy buscará el pleno para convertirse en el primer piloto español que se corona en todas las categorías en un trazado considerado mágico, estelar. Aquí, dicen, solo ganan los muy buenos. Y en eso está Lorenzo. Bueno y Marc Márquez (Derbi, 125cc), que ayer, en la misma medida, superó con enorme facilidad, no solo a Pol Espargaró y Nico Terol, sino a todos sus rivales. También pretende ganar Elías en Moto2.