Casi seis años después, 100 grandes premios, 40 victorias, 71 podios, 48 ‘poles positions’, 42 vueltas rápidas y cuatro títulos de cinco posibles más tarde, Marc Márquez Alentá, la flecha del arco de Honda, el gran dominador de los últimos campeonatos de MotoGP, ha cumplido el centenar de carreras entre los ‘reyes’ de la máxima categoría, celebrando su gesta con idéntico resultado al que logró en su debut, en el Gran Premio de Catar, de abril del 2013, en Doha, es decir, con una tercera posición, que entonces le supo a gloria y que ayer le mantuvo como el gran y único favorito a su quinto título mundial en seis años, lo nunca visto. Al subirse al podio de Brno, Márquez se llevó su índice derecho a la sien diciendo "100 grandes premios después, cabeza, mucha cabeza".

Hace seis años, en la noche catarí, Márquez, después de haber mantenido un precioso pulso en carrera en la iluminada pista con Jorge Lorenzo y Valentino Rossi, los dos ‘capos’ del equipo Yamaha, terminó tercero en su espectacular estreno en MotoGP, tras haber liderado uno de los cuatro entrenamientos de aquel fin de semana y haber empezado a demostrar al ‘paddock’ que ahí había materia de campeonísimo.

Es más, en aquella carrera ganada por Lorenzo y en la que Rossi fue superado en más de una ocasión ‘por fuera’ por Márquez, el ‘nen de Cervera’ dejó ya boquiabierto al mundillo de las dos ruedas que le acababa de ver llegar procedente de su doble corona en 125cc y Moto2. Márquez aquella noche declaró: “Me he divertido mucho en la carrera y, por fin, he visto en directo a Valentino Rossi. Y, una vez concluida la carrera, puedo asegurar que me veo capaz de ganarle un día y no será demasiado tarde”.

DEBUT CON TÍTULO MUNDIAL EN 2013

No fue osadía, no fue atrevimiento, las siguientes 99 carreras, incluida la de ayer, en el precioso circuito de Brno, en la República Checa, han demostrado (y ahí están sus fabulosas cifras y récords de precocidad a los 25 años), que Márquez no iba de farol. La conquista ese mismo año de su primer título mundial y hacerlo con un año de antelación al récord que poseía su también admirado Freddie Spencer, demuestra que Márquez es y será uno de los más grandes pilotos de todos los tiempos pues, con solo 25 años (nació en febrero de 1993, de ahí el dorsal 93 que luce en su Honda), siendo ya comparado con los dos más grandes de la historia, los italianos Giacomo Agostini y Valentino Rossi, tal y como se muestra en estos infográficos con datos contabilizados por el periodista Manuel Pecino en uno de sus recientes blogs.

“Es evidente que la historia de la cilindrada ‘reina’ se escribe con tres nombres”, explica el italiano Carlo Pernat, descubridor del ‘Doctor’, actual manager de Andrea Iannone y uno de los grandes gurús del Mundial. “El primero es Agostini y los otros dos son Rossi y Márquez. ‘Ago’ ganaba en unas condiciones sin oposición, con escasos rivales y pocas carreras al año, aunque su mérito fue tremendo; ‘Vale’ y Marc han marcado toda una época en las últimas décadas. Lo de Rossi es inmenso porque, aún ahora, con 39 años, pelea cada domingo por los puestos del podio y lo de Marc es de auténtico extraterrestre, de marciano total, pues la manera en que irrumpió en el Mundial, si estilo agresivo, su forma de pilotar, nos dejó a todos admirados”.

No deja de ser curioso que Márquez celebrase ayer su gran premio nº 100 en MotoGP con el mismo resultado y casi, casi, los mismos compañeros de podio que en el 2013, aunque esta vez al mito Rossi le sustituyó Andrea Dovizioso. Y no es menos curioso que esos 100 grandes premios le sirvieran, como poco, para aprender, a fuego, a base de caídas, errores y, tal vez, la pérdida del único título que se le escapó en 2015, a manos de Lorenzo (Yamaha), que, a menudo, debía correr con cabeza y no forzar cuando no podía, o cuando no tenía la misma moto y posibilidades que sus rivales en la fuga.

SEIS AÑOS TRIUNFALES APRENDIENDO

“Es posible, sí, que en una situación idéntica a la que me encontré ayer, en Brno, peleando a brazo partido con las Ducati de ‘Dovi’ y Lorenzo, en los años 2013 o 2014, nos hubiésemos divertido. Luego, claro, ya hubiésemos visto qué resultado se producía. Tal vez hubiésemos reído o, quien sabe, tal vez hubiéramos llorado pero, sin duda, hubiera sido diferente, no hay duda”, comentó a El Periódico, cuando le preguntamos si el final del GP de Brno hubiese sido otro en sus fogosos primeros años en MotoGP.

El nuevo Márquez, con 46 puntos sobre Rossi, decidió, teniendo al ‘Doctor’ detrás suyo, conformarse con el tercer puesto y aumentar hasta los 49 puntos, casi dos victorias (50), su ventaja con el más peligroso de sus rivales actuales, ‘Vale’, que lleva 20 carreras sin ganar. “Los 100 primeros grandes premios en MotoGP te llenan, sobre todo, de experiencia, para ver a los demás y analizar con los tuyos los aciertos y errores que cometes en carrera, aprender y guardártelo para ti”.

Marc Márquez (Honda) felicita a Andrea Dovizioiso (Ducati) por su victoria en Brno. / ALEJANDRO CERESUELA

Márquez se mostraba tremendamente orgulloso de lo aprendido durante todos estos años y, sobre todo, saberlo aplicar cuando toca. “Teníamos detrás al más peligroso en la lucha por el título y hemos salido reforzados de Brno antes de visitar Austria, Spielberg, una pista que tampoco es de nuestro agrado, pero donde, tal vez, este año cambiará todo”. Esa manera de administrar la ventaja no es fácil de llevar a la práctica en la pista. “Hemos terminado terceros pero a solo tres décimas del ganador, eso está muy bien. Cuando eres tú quien tiene la pequeña ventaja de más, puedes arriesgar, de lo contrario, hay que conformarse con lo que puedes alcanzar, pero siempre persiguiendo el podio”.

Y, en ese sentido, se le recordó que, la pasada semana, dijo que su objetivo en esta segunda parte de temporada era acabar todas las carreras en el podio. “Bueno, bueno, ese es el objetivo de todos los pilotos, supongo. Este año he hecho ya dos ceros, el lio de Argentina y la caída de Mugello, así que he de ser prudente. Sí, ya sé que el pasado año conquisté el título con tres ceros, cosa que no lograba nadie desde que lo consiguió Mick Doohan, en 1998, pero no hay que tentar a la suerte”.