Faltan solo dos grandes premios. Solo dos. Poco menos de hora y media a 320 kilómetros por hora. Decenas de curvas, sí, pero no demasiados giros, exactamente 50, 20 vueltas el domingo en Sepang, Malasia, y otras 30, en el ratonero y divertido circuito, casi un scalextric, Ricardo Tormo, de Cheste (Valencia). Y eso lo saben, sobre todo, el tricampeón catalán Marc Márquez (Honda) y el italiano Andrea Dovizioso (Ducati), separados en el Mundial de MotoGP por 33 puntos (no se puede decir por solo 33 puntos, pues una victoria son 25 y eso es mucho cuando faltan dos grandes premios), que ya son los únicos que se juegan el título de la categoría reina, relegados ya campeonísimos como Valentino Rossi (Yamaha), Jorge Lorenzo (Ducati), Dani Pedrosa (Honda) y Maverick Viñales (Yamaha).

No importa que todos sepan que el campeón saldrá del duelo, del pulso, esperemos que no del choque, Marc-Andrea. Los demás también tienen mucho que decir en esta pelea, incluso aquellos que no parecen muy dispuestos a ayudar como el Doctor, que sigue empeñado en ganar y ganar; Lorenzo, que no quiere acabar su primer año en Ducati sin ofrecerles una victoria; Pedrosa, que busca salvar el año con otro golpe final de maestro frustrado y Viñales, que quiere arrebatarle a Dovi el subcampeona y, encima, ser la mejor Yamaha, es decir, quedar por delante de Rossi.

MALASIA, UN CIRCUITO DUCATI

Es por ello que lo ocurrido hoy en Sepang llama tanto la atención. Tanto en seco como en mojado, Dovizioso ha sido el mejor. Y lo ha sido porque, en efecto, este vuelve a ser, tal y como pronóstico Márquez al abandonar Phillip Island (Australia), su circuito, volvíamos a terreno Ducati. Es más, en agua ha habido tres Desmosedici (Dovizioso, Lorenzo y el bravísimo Danilo Petrucci) entre los cinco primeros, pues Márquez ha sido segundo y Viñales, cuarto. En seco, la cosa está más reñida pues los cronos han sido espectaculares por parte de todos, tanto que hay una docena, sí, sí, 12, pilotos metidos en el mismo segundo, del 2.00.671 minutos de Dovi al 2.01.662 de Rossi.

EL 'RAGAZZO' QUE JAMÁS SE RINDE

Ni que decir tiene que los dos candidatos al título han dicho que “solo es viernes”. Y lo dicen de corazón, porque estamos en Malasia donde, en efecto, se ha corrido por la mañana con sol y calor y, al mediodía, en mitad del diluvio. Y mañana tocará algo parecido. Y, el domingo, ni se sabe. Pura incognita. “Yo estoy estupendo tanto en seco como en mojado, pero estaría aún mejor con más agua. Pero sigo pensando que Marc tiene las de ganar, pues está atravesando un momento TOP. Yo peléaré ¡vaya que sí!, pero lo tengo muy difícil”. Y, al lado de Dovi, apareció uno de sus jefes supremo, que le dijo al oído: “Questo ragazzo non molla mai”. En efecto, Márquez no se rinde nunca, no se abandona nunca, no desiste nunca.

Y Márquez, con su sonrisa habitual, insistió en que aún le queda mucho por mejorar “especialmente en seco, pero creo que el salto que daremos todos mañana será importante, claro que el clima tendrá decisivo para poder seguir preparando el gran premio”. Cuando le dicen que su Honda sigue siendo la única que va bien, que está delante, el nen de Cervera pasa mucho del tema: “No necesito a nadie, solo pienso en mi preparación, dependo solo de mi, solo tengo que fijarse, a lo sumo, de Dovi. No tiene sentido que me preocupe porque ni Dani (Pedrosa) ni Cal (Crutchlow) están o no pegaditos a mi”.

DUCATI DARÁ ÓRDENES A SU EQUIPO

Eso sí, Márquez, que aseguró que en Phillip Island, aunque no dijeron nada, los jefes de Ducati ya hablaron con sus pilotos, especialmente, Lorenzo y Petrucci para que, si podían, ayudasen a Dovi, está convencido de que tanto en malasia como en Valencia habrán órdenes de equipo. “En Honda, jamás se habla de eso, nunca”. Pero, como dice Lorenzo, que está mucho mejor en mojado que en seco, “para ayudar a Dovi tengo que estar pegadito a él y junto a Marc, de lo contrario poco, o nada, podremos hacer”.