Era su circuito preferido, más todavía que Austin (Texas, EEUU), donde había conseguido la 56ª victoria de su vida con una mano.Marc Márquez (Honda), tricampeón del mundo más joven de la historia de MotoGP, visitaba Sachsenring (Alemania) donde había ganado los siete últimos años (1 en 125cc, 2 en Moto2 y 4 en MotoGP) y donde había logrado, además, las ocho ‘poles positions’. “Es uno de los circuitos que tengo marcados en rojo: es ganar o ganar”, dijo Márquez antes de salir a pista en un nubloso día alemán, muy alemán. Y ganó. De pronto, el tricampeón se convierte en el primer candidato al título. O casi. Del 7 de 7 al 8 de 8.

Y Márquez ganó de principio a fin, como le encanta ganar a él. Pero lo hizo, eso sí, después de dejar atrás a quien más miedo le tenía, que era su compañero Dani Pedrosa (Honda), que muy pronto lanzó la toalla. No así el piloto local, Jonas Folger (Yamaha), de 23 años y 146 carreras en el Mundial.

Folger, ante 77.000 apasionados espectadores, se mantuvo pegadito a Márquez durante las últimas 25 vueltas de las 30 que constaba la carrera, pero el ‘nen de Cervera’ nunca perdió el mando. Estaba en su ‘jardín’ preferido y no podía fallar, quería irse de vacaciones con un golpe en la mesa. "Estoy muy contento de irme de vacaciones como líder. No me lo puedo creer, porque hace apenas tres carreras estábamos muy atrás. Hemos hecho un gran trabajo".

BRILLANTE REMONTADA DE VIÑALES

Mientras, por detrás, los otros favoritos, pelearon a brazo partido, sin la complicidad ni el temor de Márquez, pero si con la agresividad que protagonizó Folger, componente de un equipo ‘satélite’ de Yamaha. Mientras Pedrosa se mantenía tranquilo en la tercera posición,Maverick Viñales (Yamaha), que arrancaba desde la 11ª plaza, remontó, poco a poco, sin prisas pero sin pausa a una brillante cuarta posición, que lo mantiene enganchado en la pelea por el título.

Igual que Valentino Rossi (Yamaha), que dijo estar “en la más absoluta mierda si llueve”, arrancó desde la novena plaza de la parrilla y acabó quinto, por delante del hasta entonces líder del campeonato, el italiano Andrea Dovizioso (Ducati), que ayer ya dijo que era un día para arañar algún punto “pero será imposible pelear por el podio”.

"SABÍA QUE LO PODÍA LOGRAR"

Márquez demostró un poder y una fuerza mental brutal, pues ha logrado lo que nadie: ganar ocho veces seguidas en un mismo circuito (2010 a 2017) con ocho ‘poles’, es decir, arrancando siempre desde la primera posición de la parrilla. Y dicen que el que sale líder de Alemania, gana el título en el 95% de las veces. Desde 1998, este pronóstico solo ha fallado en el 2015, cuando Jorge Lorenzo (Yamaha) logró su tercer título.

“Sabía que podía lograr, lo sabía, sobre todo si no llovía, pero había que hacerlo. El marcaje de Folger ha demostrado que no sería tan fácil llegar aquí y repetir victoria, aunque hubiese ganado los siete últimos años. Era importantísimo vencer, porque este es un trazado que teníamos marcado para ganar, ya habrá otros donde nos costará más. Estábamos cuatro pilotos en ocho puntos y ahora hay tres en 6, tremendo. Va a ser un Mundial apasionante”, contó Márquez bajo el podio.