Protagonizaron, como era de esperar, otro gran duelo. Marc Márquez y Pol Espargaró, ambos con Derbi, ambos grandes dominadores del Mundial de 125cc, deleitaron a los miles de aficionados que se han dado cita en el nublado y semilluvioso circuito de Sachsenring con una gran carrera. Ambos se pusieron delante tras un primer tercio de gran premio muy complicado, en el que dos pilotos locales se colocaron al frente del grupo al calzar neumáticos de lluvia pese a estar ya bastante seca la trazada. Cuando se dieron cuenta de que iban a disputarse la victoria en las últimas vueltas, Márquez y Espargaró se pusieron a jugar entre ellos, a plantear diversas estrategias y a meditar qué baza jugarían en las dos últimas vueltas.

Pero no hubo esa posibilidad. "Yo tenía que salir de cada curva retorciendo más que él el acelerador, pues su moto tenía más prestaciones que la mía", señaló Espargaró. "Y, al final, me he salido en una curva, mi rueda trasera ha patinado sobre la hierba y la moto me ha escupido por los aires". En efecto, así fue. A falta de poco más de dos vueltas, Pol salió por delante de Marc en una curva de derechas y al acelerar se fue al piano, su neumático trasero entró, tres, cuatro, cinco centímetros en la hierba y rodó por los suelos. "Una auténtica pena, pues no es agradable ganar una carrera en la que tu rival se cae y otro de sus adversarios, Nico Terol, no puede correr", dijo Márquez.

AÚN MÁS LÍDER

El piloto de Cerverá, que suma su quinta victoria consecutiva con poco más de 17 años, se situa aún más lider del Mundial con 157 puntos, seguido de Pol Espargaró (131) y Terol (118). "Me voy de vacaciones feliz, pero sabiendo que aún queda mucho, demasiado, como para celebrar nada. Yo me caí por culpa del tubo de escape en Xerez y ahora le ha tocado a Pol. Esto es muy largo".

Márquez, cómo no, sumó una gesta más a su brillantísima carrera, logrando la victoria número 100 de Derbi.