Alemania, triste, caótica y apática, murió como Alemania. En el tiempo añadido, la campeona del mundo se marchó a la calle después de que el VAR concediera como legal el primer gol de Corea del Sur. Un gol que llegó, precisamente, a la manera más alemana posible. Un saque de esquina, horriblemente defendido por el equipo de Löw, terminó siendo su condena definitiva. Jugó tanto y tanto con fuego que se acabó quemando.

En Rusia se vio a Alemania volver a casa en la primera ronda, algo que solo había ocurrido en 1938. El campeón, como ya le pasó a España en el 2014, queda eliminado nada más empezar el torneo. El mundo del fútbol conmocionado. Corea del Sur echa a Alemania y abre la puerta al futuro con una imagen icónica por los siglos de los siglos porque el nuevo fútbol llegado de Asia es capaz de derrumbar a un gigante europeo.

Neuer, disfrazado de jugador, estaba en la posición de volante zurdo cuando dejo desguarnecida su portería tras perder de manera inconsciente el balón a 70 metros de su casa. Alemania lloraba porque el gol de Son Heung- Min (m. 96) certificaba el ridículo más grande nunca visto. Neuer, Löw, Alemania... Todos, protagonistas hace cuatro años del histórico Mineirazo a Brasil (1-7), quedarán marcados por esta dramática e imperdonable derrota. Suecia y México, aliviada y agradecida por la caída germana, pasan a los octavos de final. El campeón, hecho una piltrafa, se vuelve a casa. Acabó última de grupo y todos con la mano en la cabeza, llorando esa desgracia que les perseguirá siempre.

Fútbol pastoso / No andaba fina Alemania. Nada fina. Su fútbol se ha vuelto pastoso, lento y, sobre todo, previsible. Al menos, en los primeros 45 minutos donde monopolizó el balón (tuvo un 75% de posesión), pero apenas incordió a la aplicada selección surcoreana. Volvió Özil a ser titular, aunque sin peso ni influencia en el juego ofensivo de la actual campeona del mundo. Alemania no hacía daño con la pelota a la ordenada defensa de la selección de Shin Tae Yong, que vivió la primera mitad con más comodidad de la que podía imaginar.

Mejor empezó Alemania en la segunda parte cuando un soberbio cabezazo de Goretzka fue despejado de manera extraordinaria por Hyeon-Woo con un plástico vuelo evitando el 0-1. Un par de minutos más tarde un disparo de Werner escapaba rozando el poste derecho de la portería de la selección sucoreana, que ya no vivía tan tranquila como en la primera parte. Un espejismo. Alemania no vio puerta y pereció víctima de sus errores.

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3Goles: 1-0, m.92: Kim Young-Gwon. 2-0, m.96: Son Heung-Min.

3Árbitro: Mark Geiger (USA). Amonestó a Jung Woo-young (m.8), Lee Jae-sung (m.23), Moon Seon-min (m.48) y Son Heung-min (m.65), de Corea del Sur.

3Estadio: Kazán Arena.

3Espectadores: 41.835.

3Corea del Sur: Choo Hyun-woo; Lee Yong, Yun Young-sun, Kim Young-gwon, Hong Chul; Jung Woo-young, Jang Hyun-soo, Lee Jae-sung, Moon Seon-min (Ju Se-jong, m.69); Koo Ja-cheol (Hwang Hee-chan, m.56; Ko Yo-han, m.79) y Son Heung-min.

3Alemania: Neuer; Kimmich, Süle, Hummels, Hector (Brandt, m.79); Khedira (Mario Gómez, m.58), Kroos, Goretzka (Müller, m.63); Özil, Reus y Werner.