El Mundial 2018 terminó por conciliar todas las opiniones en torno a Luka Modric, que no pudo hacer suyo el imperio en Rusia por culpa de una final torcida que le arrebató la poderosa Francia, pero que aún así fue reconocido como el mejor del torneo.A los 32 años, cerca de abordar el ocaso de su carrera futbolística y posiblemente en su última Copa del Mundo, el líder de Croacia erigió momentos para la historia y acaparó méritos. Pero no pudo culminar su conquista.

Su imagen se pareció a la de Leo Messi en Brasil 2014. Cuando tuvo que recoger el premio al mejor, el Balón de Oro, después de que Argentina perdiera la ocasión de ser campeón tras caer con Alemania. Le sucedió igual a Modric. Un consuelo individual y un desconsuelo mayor.

El centrocampista balcánico superó en la elección del grupo de estudios técnicos de la FIFA al belga Eden Hazard y al francés Antoine Griezmann, elegidos balón de plata y de bronce, respectivamente.

Ha necesitado el futbolista del Madrid, que en Moscú rebasó a Dario Simic como el que más presencias en un Mundial ha evidenciado en la historia del fútbol de su país, con un total de doce encuentros, casi tres lustros como profesional para encontrar una recompensa particularen un evento de tal calado.

No es habitual la pinta de perdedor que Modric y los suyos arrastraron al término de la final sobre césped de Luzhniki. Luka, un ganador de finales por naturaleza, fue superado en un partido lejos de sus previsiones y distante de sus gustos.

Al talento no le hace falta altura y Modric lo ha demostrado en Rusia. El futbolista del Madrid ha dirigido a Croacia hacia la cota más alta de su historia. A la orilla de un éxito bestial que alcanzan solo de vez en cuando unos pocos elegidos. Lidera el tramo final de la generación más gloriosa del fútbol croata. La que en Rusia ha dejado atrás la mítica que lideró Davor Suker, con Robert Prosinecki o Robert Jarni, que fijó el techo en el tercer puesto logrado en Francia 1998.

Kylian Mbappe fue designado mejor joven del torneo, en tanto que Thibaut Courtois fue elegido mejor portero. El guardameta belga no pudo recibir el premio en el estadio Luzhniki ya que acabó el sábado su participación en San Petersburgo, donde logró la tercera plaza. Al inglés Harry Kane, máximo artillero de la competición, le ocurrió lo mismo. El trofeo al Juego Limpio correspondió a la selección española, que recibirá en su día una medalla para cada jugador y cada oficial, un diploma y un cheque de 50.000 dólares que deberán ser usado en equipamiento para el desarrollo del fútbol de base.