A Hierro le toca elegir, o así debería ser, el sucesor de Hierro. Tras el fulminante despido de Lopetegui le correspondió a él asumir, de forma provisional, el banquillo de la selección española, pero, tras la eliminación ante Rusia, ya dejó claro que era algo circunstancial. «Es y ha sido un placer entrenar a estos jugadores», afirmó el técnico andaluz insinuando así su renuncia a continuar asumiendo esa responsabilidad.

Ahora, colgado el chándal en el vestuario y colocado, de nuevo, el traje y la corbata, metido en su papel de director deportivo de la federación española de fútbol, le corresponde dar una lista de candidatos a pilotar la reconstrucción de ‘la Roja’. Una reconstrucción compleja porque se van grandes mitos que han sostenido esta selección en la última y exitosa década (Iniesta, Piqué y, tal vez, Silva) al tiempo que el modelo futbolístico una urgente regeneración. La lista que Hierro, una vez pase el tremendo dolor de la caída rusa, debe presentar a Luis Rubiales, el presidente de la federación, es de capital importancia. No se puede equivocar.

A diferencia de lo que ocurrió con la marcha de Vicente del Bosque, Hierro no puede mirar hacia la sub-21 para ascender a Celades, cuyo buen trabajo en las categorías inferiores no está teniendo tanto eco como el de Lopetegui, que llegó desde abajo. El retrato robot del nuevo seleccionador pasa por defender la figura de un técnico español, que además no tenga equipo, por lo que permitiría que la negociación fuera más sencilla.

El pragmatismo de Quique, despedido por el Espanyol hace dos meses, viene avalado por su cercanía con los poderes mediáticos de Madrid. Michel suena. Siempre suena el extécnico del Mélaga, a quien echaron en enero pasado de La Rosaleda. Luis Enrique, que ha vivido su primer año sabático tras abandonar el Camp Nou, es la apuesta más sólida (sus éxitos le avalan), a la vez que arriesgada por su fuerte carácter. Jémez, otro técnico de sangre caliente, aguarda turno tras ser despedido del Las Palmas, mientras la mirada romántica y aventurera de Quique Setién, que tiene contrato con el Betis, se asoma en el horizonte.