Cesc Fábregas no pudo ni quiso ocultar su malestar por no haber podido jugar ni un minuto contra Suiza. Siempre se ha conformado, pero nunca ha dejado de reclamar mayor protagonismo en una selección en la que está convencido que puede jugar un papel mucho más relevante. Contra Honduras puede tener la oportunidad de volver al equipo titular en un partido oficial, algo que no le ocurre desde el 10 de octubre del 2008, en el partido contra Armenia en Erevan de la fase de clasificación para el Mundial. Después estuvo desde el principio en los amistosos contra Francia y el más reciente contra Corea del Sur, pero no es lo mismo. Busquets puede dejarle hueco para que España juegue el lunes con solo un medio centro defensivo, aunque pueda parecer que Del Bosque hace caso a Luis Aragonés.

"Tengo toda la ambición del mundo por hacer algo grande en este equipo", dijo ayer el capitán del Arsenal, que mira hacia atrás frustrado al comprobar que su papel en la selección ha vuelto a decaer después de haber metido el penalti definitivo a Italia en los cuartos de final de la Eurocopa y haber estado desde el principio en la final de Viena.

"Tiene muchas calidad, toque, llegada a gol, ambición siempre y si el míster opta por ponerlo nos va a dar muchísimas cosas", dijo ayer Piqué, uno de sus mejores amigos, que espera que al seleccionador no le hayan caído mal las declaraciones del capitán del Arsenal después del partido contra Suiza. Cesc no exigió nada. Unicamente llamó la atención sobre el hecho de haber pasado a un tercer plano después de haber sido el jugador número 12 de Aragonés.

MOTIVACION "No cuento con los minutos que me gustaría, pero eso no afecta a mi rendimiento", comentó al día siguiente de la derrota ante los suizos. Ayer insistió en que su principal motivación es "ser siempre importante, una pieza clave en los equipos en que juego; por eso lo voy a seguir dando todo en los entrenamientos". Y en el último, ayer por la tarde, cumplió como el que más, casualmente al lado de Busquets y Xavi en el partidillo. Es algo que ha intentado hacer desde que comenzó la preparación en Las Rozas.

Los internacionales disputaron un partidillo a medio campo en el que Del Bosque no dejó entrever mucho respecto al posible equipo que hará el lunes.

Ese es otro detalle que resalta para justificar sus aspiraciones. Superada la fisura en el peroné que sufrió en el partido contra el Barcelona de cuartos de la Liga de Campeones, hizo todo por llegar en las mejores condiciones al punto de partida. "Físicamente me encuentro fenomenal para jugar 90 minutos. No me he perdido ningún entrenamiento desde que comenzó la concentración", recuerda Fábregas, que, pese a todo, no tiene claro que Del Bosque vaya a hacerle un hueco en la formación inicial.

La decisión del seleccionador puede pasar por sacrificar a Busquets, el sustituto natural de Senna, que, por cierto, estuvo en la alineación de aquel partido contra Armenia en el que Cesc sumó su última presencia como titular. No estuvo entonces Xabi Alonso, que, desde luego, no se ve fuera del equipo. "Empezamos a preparar el partido contra Honduras y el míster hará el análisis pertinente. Somos 23 y todos estamos preparados. Si me toca jugar esta vez a mí por delante de la defensa no habrá problemas", comentó el centrocampista del Madrid.

Busquets, el jugador más joven de la selección (21 años), promete tomárselo con calma si Del Bosque se decide a sacrificarle. Y eso que ha sido titular en seis de los siete últimos partidos de la selección --solo ha faltado en el amistoso contra Corea del Sur--, justo después de la desaparición de Senna de ella, que coincidió con la última titularidad de Fábregas frente a Armenia.