"No creo que pase a la posteridad por esto. Tengo muy claro lo que soy y espero que el domingo haya un gol más importante que este". Con esta humildad ha asimilado Carles Puyol la enorme trascendencia del tanto que metió a España en la final del Mundial. No acostumbra a hablar en las zonas mixtas habilitadas para atender a la prensa después de los partidos de la selección. Sí lo hace en el Barcelona.

Ni haber sido el gran protagonista del partido fue motivo suficiente para que el capitán del Barcelona dejara de lado esa costumbre. Ayer accedió a explicar en rueda de prensa lo que le pasó por la cabeza al conseguir el tanto, muy parecido por cierto a otro del que guarda el mejor del los recuerdos: el que hizo el 2 de mayo del 2009 en el Santiago Bernabéu el día del 2-6.

Son goles idénticos en la ejecución, con Xavi como iniciador de la jugada, con Piqué haciendo de pantalla y con Puyol como rematador final en el corazón del área. Tres protagonistas azulgranas en dos jugadas calcadas. Son, también, goles de un valor inmenso. Uno permitió al Barça ponerse por delante por primera vez el día que se sentenció la Liga en Madrid. El otro ha permitido a España clasificarse por primera vez en su historia para una final de un Mundial (0-1).

"Pónmela, pónmela en el punto de penalti", le había pedido en varias ocasiones Carles a Xavi. "Llevaba diciéndomelo todo el partido y yo pensaba: ¡Cómo si fuera tan fácil! Lo había intentado pero no lo conseguía. Al final lo conseguí, se la puse en el punto de penalti y qué remate ¡Dios mío! ¡Qué pasada! De verdad, me alegro mucho por Puyi, se lo merece todo y mucho más", explicaba el cerebro español antes de salir del estadio de Durban.

El del Bernabéu

Carles confirmó lo relatado por su compañero. "Lo habíamos hablado en el primer tiempo, pero no había salido. En la media parte le volví a insistir en que me la pusiera allí y fue perfecto", señaló Puyol, para negar a continuación que en esos momentos se le hiciera presente el recuerdo del gol marcado al meta Iker Casillas. Eso sucedió algo más tarde, cuando alguno de sus colegas barcelonistas se encargó de revivirlo.

Ya en el vestuario, Valdés se acercó a él y le dijo: "Qué grande, Puyi, como en el Bernabéu, qué pasada de gol". Iniesta también había vuelto la vista a lo sucedido en el estadio madridista. "La jugada ha salido perfecta; la ha puesto Xavi y el cabezazo de Puyi ha sido espectacular. Ya metimos ese gol parecido hace un tiempo (sonrisa). Ha sido un golazo digno de él, de una semifinal de un Mundial, de una final, de todo, habla del trabajo que tiene esta selección. Cuando no llega el gol por un sitio, aparece por otro, ha sido perfecto. Puyi es líder tanto dentro como fuera", comentó Andrés Iniesta en la zona mixta.

Se trató, en suma, de un servicio más a la selección española. "Hemos alternado lanzamientos directos con jugadas en corto. El Barcelona lo aplica cuando los contrarios defienden en zona pasiva, con dos hombres en el palo. Habíamos hablado de ello con Xavi y Puyol", explicó Vicente del Bosque sobre el undécimo gol del capitán azulgrana en su carrera profesional: ocho con el Barça y tres con la selección.

"Son momentos que hay que vivirlos y más para alguien como yo, que no está acostumbrado. Todo es muy rápido y lo que quieres es centrarte, consciente de que queda mucho partido y tu misión es defender", añadió Puyol para explicar lo que sintió. Efectivamente, después se concentró en las labores defensivas y también en eso resultó magistral su trabajo en el tramo final del partido para acabar logrando "algo muy importante para el fútbol español" como es la final mundialista.

"Estamos donde nos merecemos y ahora tenemos por delante el último paso... Se empezó con un mal resultado que fue un duro golpe. Luego fuimos pasando finales, el último partido ha sido muy bueno y esperemos que quede el mejor", añadió un esperanzado Carles Puyol.