Tarde o temprano, el polvorín de la selección francesa tenía que estallar por algún sitio. Tanta tensión era síntoma de escándalo y Nicolas Anelka, un delantero solitario y polémico que nunca ha congeniado con nadie, se encargó de echar el último trozo de leña para que el fuego ardiera sin control. El jugador del Chelsea ya no está en la concentración de Francia en Knysna después de insultar gravemente al seleccionador Raymond Doménech en el descanso del partido contra México.

Un vestuario formado por dos grupos, salpicado por un escándalo sexual, con jugadores que no se hablan entre ellos, como Anelka y Gourcuff, con un Henry de espectador y un seleccionador con fecha de caducidad era insostenible. Todos los indicios conducían a un terremoto de notable escala, sobre todo teniendo en cuenta la penosa imagen de los franceses en el campeonato.

Los cimientos estaban puestos y el diario L´Equipe causó la mayor agitación al desvelar que el jugador del Chelsea se había encarado con el seleccionador, que le recriminó su escasa aportación en el descanso del último partido. "Vete a tomar por culo, sucio hijo de puta", le soltó Anelka delante de todos sus compañeros. "OK, ya no sales", le contestó un atónito Domenech, que le sustituyó inmediatamente por Gignac.

"ELIMINAR AL TRAIDOR" La portada del diario francés fue demoledora. El presidente de la federación, Jean Pierre Escalettes, pidió al jugador, en presencia del capitán Evra y el seleccionador, que se disculpara públicamente por su actitud. Pero Anelka se negó. No se presentó al entrenamiento y Escalettes fue contundente: "Sus palabras son totalmente inaceptables para la federación y los valores que defiende el fútbol francés. Está expulsado".

Por la tarde, Anelka hizo las maletas y dejó la concentración. Antes expuso su versión, negando la expresión reproducida por L´Equipe . "Tengo mucho respeto hacia Francia y a todos mis compañeros. Las palabras impresas en la prensa no fueron mis palabras", apuntó, pero fue poco convincente. "Tuve una conversación acalorada con el entrenador en la intimidad del vestuario, delante de mis compañeros y de todo el personal. Nunca debieron salir a la luz pública esos comentarios".

Pero salieron y Evra aseguró que había emprendido la búsqueda del chivato que desveló lo sucedido. "Hay que eliminar al traidor del grupo", dijo el defensa, asumiendo que "el periodista no se inventó eso".

PRIMER Y ULTIMO MUNDIAL Nadie se cree las excusas de Anelka, que ya había sido criticado duramente por su escaso rendimiento ante Uruguay. El delantero sigue el camino de Eric Cantona, que llamó "bolsa de mierda" al seleccionador Henri Michel en 1988. Tampoco es la primera vez que el jugador del Chelsea desata un huracán, ya que en el 2002 se enfrentó con el técnico Jacques Santini, por lo que estuvo tres años sin jugar con los bleus hasta que Domenech le repescó. Así se lo ha agradecido.

Tras pasar por ocho equipos y generar más de 135 millones en traspasos, a pocos sorprende esta actitud de Anelka. En el Madrid, que le fichó con 20 años por 35 millones, ya demostró ser una especie extraña y experto en provocar conflictos. A sus 31 años, disputaba su primer Mundial. El primero y el último. Ya no volverá a vestir la camiseta de una selección que se jugará el martes su futuro. Debe ganar obligatoriamente a Suráfrica, aunque un empate entre México y Uruguay le enviaría a casa. Como a Anelka.