En unos tiempos en los que triunfa el estilo del Barça era lógico que la final del Mundial tuviera un sello azulgrana. Era imposible encontrar un duelo más culé que el del domingo en el Soccer City. No solo habrá barcelonistas en el bando español, con Piqué, Puyol, Xavi, Iniesta, Pedro, Busquets y Villa en el equipo titular. También los habrá en Holanda, en el césped y en el banquillo. Será un pulso entre amigos y viejos conocidos. Van Bommel y Gio aún disfrutan en el césped. Ambos fueron titulares en la final de la Champions de París, en la que el Barça doblegó al Arsenal. El centrocampista, que ahora juega en el Bayern, ha recuperado el protagonismo en Holanda con su suegro en el banquillo, mientras que Gio, de 35 años, ha anunciado su retirada cuando acabe el Mundial. En la semifinal dejó su impronta con el que posiblemente sea el mejor gol marcado en el campeonato.

En el banquillo, Van Marwijk ha sabido acompañarse de gente fiable. Frank de Boer, el central que jugó en el Barça cinco años (1998-2003), lleva la voz cantante. De hecho, viéndole gesticular y enfadarse, cualquiera diría que es el primer entrenador. "Queremos ser campeones de una vez. Hemos construido un equipo competitivo y podemos batir a cualquiera, incluida España, que es un equipazo", afirma De Boer.