Los devoradores de fútbol tienen hoy una cita ineludible en el Mundial. Es posible, más bien cierto, que la primera fase del torneo haya defraudado por el juego. Más de un partido ha despertado el bostezo general, pero todo se olvida a cambio del gran clásico europeo de esta tarde en Bloemfontein (16.00). La vieja Inglaterra contra la nueva Alemania. El estilo aguerrido y eficaz de Capello frente a la inspiración del bloque de Low. Otro apasionante capítulo para la historia.

Poco tienen que ver las dos selecciones que se jugarán hoy el pase a los cuartos. Si por juego y prestaciones fuera, Alemania sería la favorita, pero los ingleses cuentan con argumentos suficientes para despertar del letargo que estuvo a punto de dejarlos fuera del campeonato. Las casas de apuestas reflejaban ayer una igualdad absoluta en sus cuotas, lo que demuestra la incertidumbre que rodea a un clásico con medidas de seguridad extraordinarias.

EL RECUERDO DE 1966 Desde su primer choque en 1930, en un amistoso que acabó 3-3, ingleses y alemanes se han enfrentado en 27 ocasiones, con 12 victorias para los británicos, 10 triunfos germanos y 5 empates. Entre todas sus batallas, hay un recuerdo que aflora obligatoriamente, la final del ya lejano año 1966, en la que Inglaterra se proclamó campeona del mundo en su casa ante Alemania (4-2).

En ese duelo, el linier azerbayano Tofik Bakhramov dio validez a un gol de Hurst que no entró. Desde entonces, Inglaterra siempre ha fracasado contra su rival de hoy.

ENSAYO DE PENALTIS Puede que esta tarde cambie esa tendencia. Para ello, los ingleses han recurrido a Capello, el ganador por excelencia que sobrevivió en la primera fase con tres partidos lamentables ante EEUU, Argelia y Eslovenia. Ahora se ve capaz de todo. "Existe mucha presión, pero estoy convencido del valor de mis jugadores. Vamos a pasar a los cuartos", dijo el italiano, que contará con todas sus estrellas. Ha ensayado con obsesión los penaltis, con reuniones aparte con el portero David James.

Mientras Inglaterra cuenta con una edad media cercana a los 30 años, Alemania es la tercera selección más joven (25,3). La afición anda entregada a Low, que ha cambiado el estilo cuadriculado y rígido del pasado por un fútbol refinado, imaginativo y valiente, comandado por jóvenes como Ozil y Müller.