Suerte de las vuvuzelas y su ruido atronador, esas trompetas que se cuentan por decenas de miles y que invaden los estadios y las calles de Suráfrica y que, por ahora, se han convertido en las grandes protagonistas del Mundial. Normal. Visto lo visto en el campo, pocos goles y peor fútbol, de algo hay que hablar. Y es que a falta de espectáculo sobre el césped son los aficionados los que aportan el colorido en la grada, donde también se vislumbran asientos vacíos. Un mal síntoma que preocupa a la FIFA.

A punto de cumplir su primera semana de competición, el primer Mundial africano no está colmando las expectativas generadas. Ni en el aspecto deportivo ni en el de asistencia de público. Tras 14 partidos disputados y a falta del debut de solo cuatro selecciones (las del grupo de España), todavía no se ha visto ningún encuentro que brillara con luz propia. Y, lo que es peor, tampoco las estrellas han hecho nada del otro mundo, exceptuando la primera parte de Messi en su estreno ante Nigeria. El azulgrana, hasta hoy, ha sido la excepción.

Más equipos, menos nivel

El buen fútbol sigue sin aparecer y, en consecuencia, los goles llegan con cuentagotas. Y es que en los 13 encuentros celebrados (sin contar el de Brasil ante Corea del Norte) se han marcado 20 goles, 14 menos que en los mismos partidos del Mundial de Alemania 2006, donde en la primera semana los aficionados ya habían disfrutado de varias goleadas (Alemania-Costa Rica, 4-2; España-Ucrania, 4-0; Argentina-Serbia, 6-0), nada que ver con los rácanos marcadores de Suráfrica: dos partidos han terminado sin goles, y cuatro, 1-1). La única alegría ha sido Alemania (4-0 ante Australia).

Cierto que el espectáculo suele brillar por su ausencia en los inicios de cualquier Mundial, donde en los primeros duelos prevalecen los nervios y el miedo a perder, aunque a ello también contribuye una competición con 32 selecciones, algunas de ellas sin nivel para un torneo de esta envergadura, algo que puede darse también en la Eurocopa de Francia del 2016, donde se pasará de 16 a 24 equipos.

Sin espectáculo y sin goles es difícil llenar los estadios y más en un país con poca tradición futbolística. Por eso la FIFA ve con preocupación los muchos asientos vacíos que se han detectado en varios partidos, especialmente en Pretoria y Polokwane, sedes del Argelia-Eslovenia (0-1) y del Serbia-Ghana (0-1). "Claro que no es ideal ver partidos del Mundial con asientos vacíos", dijo ayer Nicolás Maigot, portavoz de la FIFA, que agregó: "El problema es saber por qué están vacíos los asientos". La media de asistencia en Suráfrica se sitúa en 50.000 espectadores, menor de los 52.000 del Mundial de Alemania y muy lejos de los 68.000 de Estados Unidos-94, el más seguido de la historia.