En el centro del campo se decidirán hoy muchas cosas. Con Schweinsteiger entre algodones y Khedira como chico para todo, Mesut Ozil deberá asumir aún más protagonismo. Es difícil pedirle más al maravilloso enganche de origen turco, una bocanada de aire fresco en un Mundial no muy sobrado de talento. Un zurdazo del futbolista del Werder Bremen, pretendido ya por todos los grandes de Europa, salvó a su selección ante Ghana. Ozil destaca más por la dirección que por la definición. En esa batalla en la zona de creación se las verá con Frank Lampard, y con Gerrard. Ayudado por el trabajo oscuro de Barry, el mediocentro Lampard intentará tener más presencia.