Asume con naturalidad que puede llevar a la selección española a lo más alto. Vicente del Bosque (Salamanca, 1950) está cerca de revalorizar la gran herencia que recibió.

--Todavía hay quien pone en duda los méritos de España para estar en semifinales.

--Hemos tenido de todo, desde el dolor de la derrota al sabor de la victoria. Hemos mantenido un buen espíritu competitivo, a lo mejor no una continuidad en el juego, pero cuando hemos necesitado resolver el partido, lo hicimos bien. Hemos tenido momentos buenos ante Portugal y Chile, y el último día, aunque fui algo crítico con el equipo, después de verlo por televisión varias veces tampoco estuvimos tan mal. No debemos de considerar esto como un milagro, nos merecimos el pase a semifinales, sin dejar de alabar el trabajo de Paraguay.

--Sin haber hecho un partido redondo hasta ahora, España está en semifinales. ¿Qué hay que esperar a poco que se parezca un poco más a si misma?

--Hemos tenido también ese poso de equipo cuajado, hemos sabido competir, que no es fácil. En otros momentos hay equipos que juegan bien, sí, pero algo les falla. Hemos pasado asimismo por momentos de no hacerlo bien, pero hemos sabido estar en el momento clave.

--¿No tiene sensación de que, si se pierde, quedará sabor de haber dejado trabajo por hacer?

--Reconociendo el mérito que los jugadores han tenido para llegar hasta aquí y estar entre los cuatro mejores, debemos ser ambiciosos. Tenemos una oportunidad estupenda y hay que hacerlo todo para aprovecharla. Tenemos una generación extraordinaria de jugadores. Luego en el deporte los hechos ponen a cada uno es su sitio.

--Alemania ha tenido rivales más importantes y lo ha resuelto con una capacidad realmente extraordinaria

--Sobre el papel podía parecer eso, pero yo creo que, por ejemplo, si nos olvidamos del nombre de Paraguay, encontramos una selección muy fuerte. Alemania ganó a Inglaterra, pero Inglaterra en este Mundial ha tenido más nombre que hechos. Contra Argentina es verdad que fueron muy superiores. Para nosotros Paraguay y Chile fueron dos rivales muy difíciles, más allá del nombre de cada uno, y sabíamos que iba a ser así y lo habíamos advertido a los jugadores. Y entremedias tuvimos a un superviviente del grupo de la muerte como Portugal, que está entre los mejores del mundo, no lo olvidemos.

--¿Es esta Alemania mejor que la de la final de la Eurocopa?

--Se ha renovado mucho metiendo a cinco hombres clave, Neuer, Khedira, Ozil, Müller y Boateng, gente fresca que ha revitalizado su fútbol, un fútbol y una generación que se estaban agotando.

--¿Espera una presión tan arriba como la de los paraguayos?

--Me da la impresión de que es un equipo muy estable, que tiene un guión hecho y no lo cambia en razón de ningún rival. Juegue Villa o Torres, o fulano o mengano, no les influye para nada. Van a lo suyo, sabemos donde tienen su fuerza y no varían prácticamente nada. Saben jugar en ataque, tienen un buen contraataque, saben elaborar, saben defender... Es un equipo muy fuerte, un equipo bueno. Pero nosotros también tenemos virtudes, más creatividad, más viveza, posiblemente tanta técnica como ellos o más, tenemos juventud. En cualquier caso, debemos presumir también un poco de haber acabado con ese complejo que aparecía antes cuando se hablaba de Alemania. Era algo casi aterrador enfrentarse a ellos. Ahora lo vemos con una perspectiva muy distinta, desde el respeto, por supuesto, pero sin sentirnos inferiores para nada. El pasado que yo he conocido era que venían los alemanes y eran como una apisonadora. Ahora, afortunadamente, en muchos aspectos España está igual o mejor.

--¿No cree que ahora Alemania está menos encorsetada tácticamente que en el pasado?

--No creo que vayan a tener la actitud de selecciones como Chile y Paraguay, que juegan un poco como si fueran soldados, como reclutas que tienen que hacer lo que les mandan y si no lo hacen van al calabozo. En ese sentido han sido equipos fieles a la idea de su entrenador y se han vuelto equipos muy incómodos. No creo que sea esa la actual idea del fútbol de Alemania y eso es posible que nos favorezca.

--Sobre todo a Xavi Hernández, que no ha dejado de sufrir los rigores tácticos de los rivales de turno

--Vamos a intentar, por supuesto, que tenga más libertad y pueda asociarse mejor con los compañeros, pero también los alemanes buscarán hacer esa presión en la salida del balón, agobiarnos para que no tengamos un pase fácil hacia el centro del campo.

--¿Pesa mucho el gol de Fernando Torres en la final de Viena a la hora de decidir su continuidad en la formación titular ante Alemania?

--No podemos vivir del pasado. El impulso que nos dio la Eurocopa está ahí, no lo podemos evitar, pero no podemos vivir de eso a estas alturas porque sería un grave error. Tenemos que valorar el presente y en eso estamos. Es que ya no es la Alemania de entonces y nosotros también hemos introducido unos cambios. No existe el inmovilismo en el fútbol. Nosotros hemos encontrado a Piqué, a Busquets para relevar a un hombre como Senna, que fue uno de los jefes de la selección hace dos años y cuyo descarte nos costó muchísimo; Xabi Alonso tiene mayor protagonismo que el que ha tenido anteriormente. Se trata de ligeros retoques.

--Lo de Sergio puede ser sobresaliente. Pudo sentirse señalado tras la derrota ante Suiza y sin embargo no ha dejado de crecer.

--Tiene mucho oficio para su juventud, bajo mi prisma. No es una opinión, es algo que su entrenador, que le conoce perfectamente, valoró hace tiempo para convertirle en un hombre muy importante también para el Barça. No ha necesitado que yo me pronuncie a favor de él.

--¿Hay algo parecido al vértigo ante la trascendencia de lo que viene?

--Nos sentimos a gusto. Estos chavales ya han jugado competiciones de este tipo, además de la Champions. Algunos fueron campeones del mundo en Nigeria. Hay que tener nervios de acero, saber lo que es la competición. Yo me siento también a gusto. Me he considerado un tío muy competitivo toda la vida, me gusta el riesgo de lo que es el juego.