Ocurrió hace diez años. Javi Sánchez, capitán de la selección española, levantó la Copa del Mundo de fútbol sala tras el triunfo en una antológica final ante Brasil (3-2). El jugador cacereño hizo el 2-1 gracias a una espectacular chilena. Antes había provocado el penalti que supuso el 1-0.

El extremeño, ahora director deportivo del Playas de Castellón y responsable de operaciones de la empresa Macer, en la ciudad levantina, fue ayer a trabajar con la camiseta que lució aquel día histórico. "Sé lo que se siente y es un poco de homenaje a ellos... y a mí (risas)", relata desde su despacho.

Y es que el exfutbolista extremeño ha vivido muy intensamente el momento glorioso. "Es una sensación muy agradable, y la celebración inmediata, tras el partido, no es nada forzada. Es espontánea".

100 internacionalidades

Javi Sánchez ha conservado con especial mimo en su casa esa mítica camiseta con el número 9, sin duda la más preciada, y ningún día mejor que el de ayer para rescatarla del armario y enfundársela. "En todos estos años he regalado casi todo, pero ésta...". El deportista cacereño --reconocido en su ciudad aunque aún sin la máxima distinción regional pese a su impresionante palmarés-- fue el primer jugador de fútbol sala español en la historia en alcanzar las 100 internacionalidades.

Sánchez, que se define a sí mismo como un tipo "muy serio" en el trabajo, relató que algunos de sus compañeros comentaron con él su particular indumentaria y que pudo haber algunos de tono jocoso.

Un orgullo de campeón del mundo de un deporte no tan conocido --aunque sí hermano -- como el que también él disfrutó en su día, ya que llegó incluso a formarse en la Escuela de Mareo, en Gijón, antes de dedicarse definitivamente al fútbol sala.

En esa especialidad, desde el antiguo equipo de El Periódico Extremadura (actualmente AD Extremadura) lanzó su carrera hacia la gloria, también la mundial, aunque su historial también contempla dos campeonatos de Europa.