Cuando a las nueve de la mañana del próximo sábado comience la decimoséptima edición del Concurso Nacional de Albañilería de la Feria de San Miguel, las distintas cuadrillas conocerán el trabajo que la comisión organizadora ha determinado para esta edición.
Una treintena de grupos espera la organización que participen en esta nueva edición que ha doblado la cuantía económica de sus premios, si bien sigue estableciendo seis galardones entre los que se encuentra el premio Domingo Gómez Camacho a la mejor cuadrilla menor de 25 años, dotada de 180 euros. 2.000 euros obtendrán los que ganen el primer premio; 1.000 para los segundos; 600, 300 y 150 para los terceros, cuartos y quintos clasificados respectivamente, además de un trofeo.
El tradicional concurso de albañilería, cita incondicional de las fiestas de San Miguel, se celebrará un año más en la explanada situada enfrente de las instalaciones de Cetarsa en Navalmoral. El plazo para inscribirse en la oficina técnica del ayuntamiento finalizará la víspera de la fecha del concurso.
TRAYECTORIA DEL CONCURSO
El concurso alcanza este año su decimoséptima edición conservando la esencia de sus inicios en el año 1986. Es una cita en la que se reúnen constructores, técnicos, especialistas, almacenistas de materiales de construcción y una lista de profesionales vinculados al sector.
Promovido por el arquitecto municipal Domingo Gómez Camacho --que falleció hace una década-- y por un grupo de constructores encabezados por Juan Manuel Alvarez Rosas. Aquel grupo estaba integrado por nombres como Felipe Gutiérrez, Daniel Sierra, Lorenzo Pascual, Francisco González, Andres Pérez o Fernando Fernández Sahagún, profesionales con un extraordinario peso en el sector de la construcción en Navalmoral de la Mata.
Desde él se apostó fuertemente por esta iniciativa que consigue principalmente una jornada de convivencia entre todos los que pertenecen a este mundo. Así lo recuerda el presidente de la Comisión organizadora del Sector de la Construcción, Javier García Castro, quien manifestó que todo estaba listo para enladrillar la explanada.
