El ayuntamiento ha vuelto a mostrar su disconformidad con la insalubre situación que padecen las inmediaciones del Area de Sanidad Animal del municipio ante, según señalan en un comunicado, "el incumplimiento del compromiso de la Administración regional de articular un servicio de recogida de cadáveres ovinos".

De esta forma, y según informa la alcaldesa María Rosario Belón, el director general de Infraestructuras Agrarias, Angel Sánchez, anunció un servicio de recogida de animales regulado por la ley, que debería estar funcionando desde enero. Para ello se construyó el Area de Sanidad Animal, un centro de recogida de animales muertos para su posterior transporte a las incineradoras, que se financió entre la Junta y el ayuntamiento y que nunca entró en funcionamiento. Hasta ahora la Junta sólo se encarga de recoger y transportar vacas por ser de especial riesgo.

Así las cosas, el consistorio peraleo continúa con los enterramientos de cadáveres en las cercanías del citado área a una media de 15 ovejas por día, una situación que aseguran "se agrava a medida que avanzamos hacia los meses de calor, convirtiéndose este lugar en un foco de infección sin precedentes".

SOLICITADO EN TRES OCASIONES

Por ello, la alcaldesa recordó a EL PERIODICO que el pleno de la corporación municipal ha aprobado por tercera vez que se solicite a la Junta de Extremadura la instalación en el municipio de un horno-crematorio "que cumpla la normativa de la Unión Europea tal y como los que se están instalando por toda España", afirmó, ya que opina que esta olución es la única salida a este grave problema que afecta tanto a Peraleda como a toda la comarca.

Belón destacó que si bien la ciudadanía de otras poblaciones se opone a la construcción de este tipo de infraestructuras en sus municipios "Peraleda está dispuesta a acoger una planta de estas características, ya que contamos con una cabaña de 40.000 cabezas de ovino-caprino a las que hay que sumar las de la comarca".

Por ello consideran justo la creación de este servicio en su término municipal, teniendo en cuenta que las incineradoras de última generación apenas dejan residuos.