El botellón celebrado en el recinto ferial durante este fin de semana se ha desarrollado con total normalidad y ausencia de incidentes. El centenar de participantes que se dieron cita en la noche del sábado respetaron el descanso de los vecinos, usaron los urinarios públicos --que ya se encontraban abiertos-- y desistieron de subir vehículos al recinto. Todo ello, tras la reunión mantenida por una representación de los vecinos con responsables municipales, en la que hicieron entrega de una carta dirigida al alcalde, Rafael Mateos, en la que exponían su pesar ante el traslado del botellón a la zona.

MEDIDAS ADOPTADAS

Tras este encuentro, Mateos se comprometió a adoptar una serie de medidas, entre ellas la prohibición de subir con los vehículos, la apertura de los baños existentes en el ferial y la vigilancia de los jóvenes para evitar que se incumplieran las normas. Una vez adoptadas estas medidas, y vistos sus buenos resultados, desde la asociación de vecinos se señala que "si la cosa se mantiene así, no tendremos mayor problema de que continúe adelante, aunque nos mantendremos vigilantes".

No obstante, advierten que aún existen dos peligros: el pasto seco de los alrededores y la afluencia de menores de edad. Durante el fin de semana varias fueron las autoridades que han pasado por la zona para comprobar la marcha del botellón , entre las que se encontraba el subinspector jefe de la Policía Local, el alcalde y diversos concejales.