El premio gordo de la lotería no siempre toca en Navidad. Los vecinos de Majadas de Tiétar esperan con ilusión que la nueva planta termosolar que acogerá su pueblo acabe con el paro en una población eminentemente agrícola hasta el boom inmobiliario. De momento, en la primera fase de construcción, basada en la adecuación del terreno con grandes máquinas, sólo están trabajando empleados llegados de fuera y especializados en esa labor. Aunque ya hay quien se está beneficiando de ello desde el punto de vista económico, visión que ha cobrado importancia en los últimos tiempos: en el pueblo no queda ninguna casa de alquiler libre y los bares han empezado a dar comidas.

"Alguien dijo que había tocado la lotería en marzo, no sólo por el ingreso económico para las arcas municipales, sino por la generación de empleo", apuntó el alcalde de Majadas, Aniceto González, hace unos días durante una reunión informativa que dos miembros de Acciona, empresa que está haciendo el proyecto, tuvieron con los vecinos. Más de 100 personas acudieron a la sala de la cultura de Majadas, que en algunos momentos se quedó pequeña, para conocer todos los detalles, lo que realmente significa una planta termosolar y resolver sus dudas. Y allí quedó claro que a partir de la segunda fase de construcción, que comenzará en un mes aproximadamente, se emplearán a 350 personas y "habrá picos de hasta 500 o 600", según apuntó Jaime Arriza, de Acciona Energía. Luego, durante la operación serán necesarias 32 personas. "Hemos acordado que se contrate mano de obra de Majadas preferentemente", recordó el alcalde.

De momento, el bar Gema ha vuelto a abrir tras unos tres años cerrado y da alrededor de 20 comidas diarias a los trabajadores foráneos. Y la cafetería Malabán está haciendo obras para poner una cocina y ofrecer también a sus clientes menús del día. Y es que, en estos momentos, empleo es sinónimo de lotería.