Irene Cardona nació en Cáceres en 1973 aunque vivió en Navalmoral hasta los 18 años, edad con la que partió a Madrid a estudiar Ciencias de la Imagen. Sin embargo, se trasladaría a Cuba durante dos años para formarse como cineasta en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños. Además de trabajar como guionista en el documental Escuela Viva , Irene Cardona, ha escrito y dirigido el cortometraje Varada (2000) y La Cigüeña (2002). Y será este último el que vuele hasta Washington y represente su obra en un muestra de directoras españolas.

--¿Por qué eligió este cortometraje?

--La elección directamente no fue mía. Tragaluz, la productora de La Cigüeña , había enviado el corto a un festival de Nueva York y allí lo vió la encargada del Museo Nacional de las Artes de la Mujer de Washington y lo seleccionó para una muestra de directoras españolas. Será en dicho museo, en el mes de febrero, donde se proyecte.

--Si tuviera que incluir su obra dentro de un género, ¿en cuál lo haría?

--Hago un cine que no trata de amoldarse a ningún género. Me siento más cercana al cine de autor, a las películas que no se adaptan a ningún formato. No pretendo ganar un óscar ni aspiro a realizar productos con éxito garantizado sino que puedan verse.

--¿Gustan más las grandes producciones americanas?

--Lo que más se publicita es lo que más se compra. Sin embargo si se quiere hay posibilidad de ver otro tipo de películas, de conocer la amplitud del cine. Un buen ejemplo es el aula de cine de Navalmoral, aunque deberían proyectarse las películas en versión original.

--Y en la región, ¿qué etapa está viviendo la producción y la dirección cinematográfica?

--Se está empezando. Desde hace unos tres años la consejería de Cultura convoca ayudas al cortometraje y se realizan algunos festivales como el Festival de Cine Ibérico que se celebra en Badajoz y en el que yo misma me presenté con Varada . Aunque, en general, la producción española está viviendo una etapa de normalización, tras la fase de esplendor que ha protagonizado.