"La mujer está experimentando un cambio, quiere trabajar, cotizar a la Seguridad Social y tener una independencia económica". Rosa María Pérez, técnico de empleo de la Unidad de Promoción Integral de la Mujer (UPIM) de Navalmoral de la Mata lo tiene claro. Y es que cada vez son más las mujeres que acuden a demandar información a este servicio, que se creó como tal en el año 2000 con la financiación de la Junta de Extremadura y del ayuntamiento de Navalmoral, aunque comenzó con su labor de asesoramiento a principios de la década de los noventa.

"Queda todavía mucho por hacer para conseguir la igualdad laboral", afirmaba Pérez, aunque hay cifras que avalan la aspiración de independencia femenina. Según los datos, referentes al año 2003 y al primer trimestre del 2004, la oficina atendió más de 640 consultas, de las que 34 estaban relacionadas con la creación de empresas y las demás con la búsqueda de un puesto de trabajo, despidos, maternidad o cursos de formación.

Perfil

El perfil de la mujer emprendedora se sitúa en una "media de edad de entre 35 y 50 años, que ven que tienen pocas posibilidades de acceder al mundo laboral". Los sectores más atractivos suelen ser "el comercio minorista de todo tipo, ya que Navalmoral es una ciudad de servicios, aunque más de una se ha interesado por crear otro tipo de empresa".

Sin embargo, no todas las consultas son viables. De las 34 que se han presentado, una de ellas sigue con los trámites necesarios para su apertura y tan sólo 11 han conseguido formarse finalmente como empresas. "Lo primero que te preguntan cuando vienen es a qué subvenciones pueden acogerse, aunque yo intento que cambien esa idea y hacerles ver si sus aspiraciones son rentables o no. Y muchas no lo son".

Aunque continúa siendo casos aislados "también se han creado empresas relacionados con trabajos que ocupaban sólo hombres como carpinterías o cristalerías en las que las empresarias son ellas y sus maridos han pasado a un segundo plano".