El portavoz del grupo socialista de Navalmoral, Lino González, criticó ayer, durante el pleno ordinario, la gestión del servicio social de comidas por parte del ayuntamiento moralo.

En un primer lugar, González consideró que la creación misma del "comedor" tenía "la intención de contribuir a crear miedo por la crisis". Pero sus críticas fueron más allá y tachó el equipo de gobierno de dejación de funciones. La semana pasada, la concejala de Bienestar Social, Belén Vázquez, anunció que se iba a suspender temporalmente el servicio de comidas por abusos detectados entre algunos usuarios. "Ahora eluden la responsabilidad al sacar el dinero a una institución privada. Eso es dejación de funciones. Ahora si niega a alguien la ayuda, ya sería responsabilidad de Cáritas", continuó el portavoz del grupo opositor, quien recordó por último que "si han existido abusos la responsabilidad es suya".

Sorprendido se quedó el partido gobernante, como dijo su portavoz, José Pascual. Y luego fue el propio alcalde, Rafael Mateos, quien tomó la palabra para defender a su equipo. "El ayuntamiento se debe basar en hechos objetivos y éstos no siempre coinciden con la realidad social", dijo Mateos. El primer edil culpó de la situación "a los ciudadanos indignos, que vivirán del aire porque en Hacienda no constan ingresos".

RESIDENCIA En el pleno también se aprobó, entre otros asuntos, la adjudicación de las obras de la residencia de la tercera edad a la empresa placentina Mego, quien se ha comprometido a contratar a 23 personas.