Vecinos y comerciantes de la calle Agustín Carreño (paralela al Paseo de la Estación) han mostrado su malestar con las obras que se están llevando a cabo en el solar que antiguamente ocupaba la chimenea para la construcción varios bloques de viviendas.

Por ello han emitido un comunicado en el que critican que "hace muchos meses el firme de la calle se ha visto perjudicado por los camiones y vehículos pesados que por aquí acceden". La nota continua afirmando que les consta que muchas de esas viviendas ya están habitadas y que queda muy poco por construir "por lo que ya se podía haber arreglado el pavimento de la calle, que tiene más parecido a un campo de minas".

Del mismo modo se quejan de que cuando llueve el vecindario se convierte en un gran barrizal con numerosos baches "convertidos en charcos aparentemente poco importantes, pero no calibrados hasta que el coche ha tocado fondo". Para concluir denuncian que cuando las lluvias son persistentes los empleados de la obra achican las aguas del aparcamiento subterráneo con una motobomba que desagua directamente en la calle "convirtiéndola en un lodazal". .