Si alguien te dice que introduciendo el desapego en tu vida podrías llegar a ser mucho más feliz seguramente te extrañarías un poco. Sobre todo, porque quizá no conozcas este término, ya al principio no resulta fácil de entender.

Qué es el desapego

El apego es un estado emocional que provoca que dependas de algo o de alguien. Cuando existe un apego psicológico, enfocado a tener más seguridad, puede ocurrir que se magnifiquen las cualidades de la persona o del objeto o actividad hacia la que se tiene apego.

Esto hace que se pueda llegar a tener una dependencia demasiado grande de ella y que el estado emocional esté condicionado por esa relación, por esa dependencia. Y eso hace que tu felicidad no dependa de ti mismo, sino que esté supeditada a otros.

Ante esto surge el desapego, como reacción a la excesiva dependencia que puede llevar a estados de infelicidad o de sufrimiento si la relación de dependencia cambia o desaparece por cualquier motivo. El desapego pretende suponer un movimiento en el sentido contrario.

Si quieres una información más en profundidad sobre este término, hay mucha bibliografía al respecto. Por ejemplo, este artículo es muy interesante sobre el desapego. Está escrito por el Centro de psicología El Teu Espai, prestigioso centro multidisciplinar.

Cuando existe una relación tóxica que acaba dañándote, el desapego puede ayudarte a deshacerte sin problemas de ella y evitar que puedas entrar en un estado de infelicidad o de sufrimiento tal que te provoque secuelas difíciles de superar en tu salud mental.

Esto no significa que el apego sea malo. Simplemente se trata de que hay que seguir una evolución lógica según el desarrollo humano, en el que el desapego vaya siendo la consecuencia de la mayor autonomía e independencia que existe en la edad adulta.

Cómo practicar el desapego

El centro de psicología El Teu Espai nos explica cómo practicar el desapego. No se trata de romper vínculos afectivos, ya que eso es la base de las relaciones humanas. Lo que se pretende con esto es saber que si no podemos tener las cosas que queremos hay que seguir siendo felices.

La idea de todo esto es lograr un autocontrol sobre ciertas emociones para hacer que las lógicas frustraciones que ocurren en la vida no acaben provocándonos más daño del que sería entendible según la situación.

El poder del desapego es saber que, aunque me gustaría tener un coche mejor, no lo necesito para vivir. Es encauzar nuestras emociones hacia la valoración de lo que se tiene y hacia la aceptación de lo que nuestras circunstancias y tipo de vida nos imponen a veces.

Por lo tanto, no hay que entenderlo como una especie de rechazo de todo vínculo afectivo o emocional. Ningún sentimiento de ese tipo podría ser positivo para tu vida, por lo que no debes buscar ese rechazo hacia los vínculos.

Lo que sí que hay que lograr es que el hecho de que esos vínculos lleguen a romperse o a dejar de existir no te impida ser feliz. Es una manera de conseguir amar y de involucrarnos en las relaciones de una manera más sana y menos nociva para nosotros mismos.

Practicar el desapego supone deshacerte de una carga que te permitirá ser más libre. Gracias a esa liberación lograrás ser más independiente y autónomo respecto al exterior y a las personas que rodean, sea cual sea tu vinculación personal con ellas.

Para llevarlo a la práctica es importante empezar interiorizando que tú mismo eres el responsable de tu vida. Tú debes decidir tu camino y valorar qué quieres que haya en él, rechazando todo lo que te aleje de ese camino y de esos objetivos que te has marcado en tu vida.

Es muy importante también aceptar tu presente. Pensar en él comparándolo con cómo te gustaría que fuese solo te servirá para hacerte daño, y no te aportará nada positivo. Desde la aceptación de cómo es tu vida ahora podrá llegar un aumento de la satisfacción con ella.

Cambiar el punto de vista también puede ayudarte mucho. En lugar de hacer de evaluadores y estar constantemente pensando en qué es bueno y qué no, es mucho mejor ponerse en el lugar de un simple observador, registrando lo que pasa a nuestro alrededor.

Ese cambio de no tener que juzgar cada cosa que te ocurra podrá llevarte a un estado de tranquilidad y relajación muy positivo, en el que la ansiedad y el estrés no tienen cabida. Por tanto, es una gran idea esforzarnos en este cambio.

Como ves, el desapego supone todo un cambio de chip. Quizá te cueste al principio, pero seguro que en poco tiempo podrás comprobar sus magníficos efectos sobre tu vida y sobre tu bienestar personal en todo lo referente al aspecto mental.