En cualquier hogar hace falta un medio de transporte para realizar los trayectos más importantes del día a día. Ir de casa al trabajo y volver, llevar a los niños al colegio, ir a la compra o visitar a familiares son solo algunos de los usos más comunes que los propietarios de vehículos suelen darle a sus coches, demostrando que a día de hoy siguen siendo imprescindibles en mucha situaciones diferentes.

Aunque lo tradicional siempre ha sido optar por la adquisición de un vehículo mediante una financiación y pagarlo a plazos, en las últimas décadas otras alternativas como el renting han ido ganando protagonismo como una opción tan válida como la compra. Evidentemente, cada elección tiene sus consecuencias negativas y sus consecuencias positivas pero en cualquier caso contar con un vehículo sigue siendo de vital importancia.

¿Renting o compra? Ventajas de cada opción

Si hablamos de los coches de renting una de las primeras preguntas que se hace cualquier interesado en conseguir información sobre el tema es cuanto cuesta un coche de renting. Según todos los datos que se manejan en el sector el renting de coches tiene un coste inferior en torno al 15% respecto a la adquisición al contado o la financiación de un vehículo por un particular.

La segunda ventaja en importancia que los defensores del renting argumentan es que pueden cambiar de vehículo cuando quieran, ya que generalmente los contratos de renting tiene períodos que van desde únicamente un mes a períodos más largos como los 24 meses, pero la tendencia es que sean cada vez inferiores para que los clientes ganen en flexibilidad.

Otras de las grandes ventajas del renting es que las reparaciones, averías o el coste del seguro suelen estar incluidos en el contrato de renting con la compañía, por lo que el temor a una reparación costosa es inexistente si estas cláusulas están incluidas en el contrato. Además los coches de renting suelen tener menos averías al ser flotas de vehículos generalmente más nuevos y ecológicos que los vehículos que se pueden encontrar a la venta, especialmente si son de segunda mano.

Por otro lado, los defensores de la compra de vehículos defienden que la autonomía que proporciona ser dueño de tu propio coche y tener el control absoluto sobre el mismo no es comparable con ninguna otra opción existente en el mercado. Además, otra ventaja de adquirir un vehículo es que no hay que pagarlo indefinidamente ya que cuando se termine el período de préstamo en el caso de que se haya financiado no hay que hacer más pagos y únicamente preocuparse de su mantenimiento y del seguro del vehículo.

Desventajas de ambos tipos

Al igual que para encontrar ventajas los defensores de una alternativa y de la otra dicen tener las mejores si hablamos de las desventajas les resulta fácil encontrar las de la opción contraria.

En cualquier caso, las desventajas de adquirir un vehículo para convertirse en propietario del mismo pasa por no poder estar cambiándolo con la frecuencia con la que se puede hacer a través del renting. Además, una vez pasado el período de garantía del vehículo todas las reparaciones y gastos de mantenimiento corren por cuenta del propietario, con lo que los desembolsos en averías y otros gastos pueden ser muy importantes. Y la desventaja mayor de adquirir un vehículo es que el coste es superior al renting tal y como se ha indicado en las ventajas del renting.

Por el contrario, el renting también tiene algunas desventajas. Entre las más destacables se pueden citar la penalización por incumplimiento de contrato si se quiere devolver el vehículo antes de la finalización del contrato o según el contrato firmado, sufrir también penalizaciones si se supera un límite de kilómetros recorridos con el vehículo por encima de lo contratado. Aunque quizá la desventaja que más se le suele atribuir a esta opción es no convertirse en propietario del vehículo.

Sea cual sea la opción por la que una persona que necesita un vehículo en su día a día se decante, lo que está claro es que contar con un vehículo para realizar muchos desplazamientos en la vida diaria sigue siendo una necesidad a pesar de la existencia de medios de transporte públicos.