No es habitual que la transcripción periodística de unas declaraciones se haga entre signos de admiración. Esto es lo que ocurría este jueves cuando los compañeros recogían en Madrid las del presidente Fernández Vara tras reunirse con el ministro de Fomento, José Luis Ábalos. “¡Esto es impresentable!”, referían para intentar trasladar al escrito la energía de protesta con que el presidente de la Junta describía la situación del servicio ferroviario en la región.

Es más que impresentable, y hace tiempo ya campa por el terreno de lo peligroso, de la seguridad para las personas. Unas placas de hormigón que se desprenden de un túnel en la línea Zafra-Huelva, vagones (coches para los ferroviarios, que te dicen que los vagones son para el ganado) ardiendo, cuando no chocando en la provincia de Toledo en pasos a nivel sin barreras.

Ya por descontado se da la incomodidad, el traqueteo por el estado infernal de las vías, la falta de servicios mínimos: aseos que funcionen, entre ellos los de discapacitados en el Cáceres-Sevilla que el cacereño Paco Hurtado se encargaba de reprochar continuamente y con razón, oferta de un café en trayectos de cinco horas, enchufes para móviles y portátiles…

Todos esos problemas, de confort y seguridad, con unos precios de escándalo frente a las rebajas y ofertas que con trenes más cómodos y rápidos abundan en la España norteña y la mediterránea. Estos días han salido unas cifras demográficas que señalan a la gran injusticia que se está cometiendo con el oeste del país, un eje condenado al atraso y despoblación como es el que va desde Gijón hasta Sevilla pasando por León, Salamanca, Cáceres y Mérida-Badajoz; un eje atlántico penalizado por completo.

José Luis Ábalos, el nuevo ministro de Fomento, ha venido ya varias veces por aquí. Lo hizo al congreso regional del PSOE que reeligió a Fernández Vara. Es el número dos de Pedro Sánchez en el partido y lo es también en el Gobierno al haberle entregado la llave de las grandes inversiones en infraestructuras, hoy día fundamentalmente los ferrocarriles.

Un buen argumento, el de los euros que se multiplican en actividad económica y empleo, con el que hacer política, y en el que no es previsible que cambie la gran apuesta nacional por el eje mediterráneo en perjuicio del atlántico del que hablábamos antes. Ábalos es valenciano y las inversiones por allí siguen, acallando poco a poco la ‘indignación’ de catalanes y valencianos por lo ‘mal’ que están comunicados por tren, y que no tienen ni idea de a lo que te arriesgas si tomas un tren a Madrid desde Badajoz o Zafra.

En las próximas semanas vendrán responsables de Renfe y Adif a reunirse con el Pacto por el Ferrocarril, esperemos que Ábalos mande a sus respectivos presidentes. Antes de ello deberían llegar algunas unidades más modernas de trenes, los 599, para sustituir a los viejos 598.

La ‘patata caliente’ del tren de altas prestaciones, un diésel Badajoz-Plasencia que pueda alcanzar los 180 km/h y reducir en una hora el trayecto a Madrid circulando dentro de Extremadura por vías de velocidad alta (que no alta velocidad, porque son de ancho ibérico, sin doble vía ni electrificar), quema ahora en las manos del PSOE. Contrarreloj para cumplir el plazo de 2019, aunque sea después de las elecciones autonómicas.

El ministro Ábalos ha dicho ya en las Cortes que su departamento anunciará nuevas fechas más realistas para diferentes trazados de alta velocidad en obras, para Extremadura no tendrá que reajustarlas porque simplemente no las hay. Si acaso es posible que en 2019 circule, haciendo encaje de bolillos, ese diésel Badajoz-Plasencia, y habría que encomendarse a la divinidad para que ese recorrido estuviera electrificado en 2020.

La velocidad alta completa Madrid-Badajoz-Lisboa, con puntas de 220 km/h, no llegará como mínimo y siendo muy optimistas hasta dentro de cinco años. O quince, como lamentan desde la asociación extremeña de amigos del ferrocarril, que avisa: «Este verano, si no ponen algunas unidades de otros trenes menos antiguos, seguiremos teniendo los mismos incidentes que el año pasado».

* Periodista