XExl precedente del ingenio de nuestra doña María Antonia Trujillo, ministra de la Vivienda, lo recordamos en aquella otra célebre promesa de los "ochocientos mil puestos de trabajo", que el gracejo popular transformó en "ochocientos o mil" y que finalmente fueron dos millones más de parados. El programa electoral de ZP, apabullante ganador de las pasadas elecciones generales, era crear 180.000 viviendas anuales y así lo vendió en todos los mítines. Tras las sorpresa electoral tuvieron que buscar un mago, o maga, para que afrontara el milagro de la multiplicación y allí estaba Rodríguez Ibarra, el hombre orquesta de la política nacional, que ofertó a su consejera de la cosa para que resolviera el asunto. Y fuese doña María Antonia al ministerio, con todo su equipo, en plan geos salvadores, para comenzar a poner ladrillos. Entre los refuerzos de provincias, doña María Antonia era mirada con indisimulada admiración porque, según se decía, iba a imponer a nivel nacional la misma política que había llevado en Extremadura ¿Cuál era esa política? Nadie se lo preguntó.

Y así ha sido, porque la misma política que por aquí tuvimos, la tenemos ahora en toda España: "Levantar edificios de palabras y no poner ni un ladrillo". Ahora resulta que las 180.000 viviendas son 180.000 actuaciones "tendentes, eso sí, a resolver el tema de la vivienda". Ejemplo de actuación: un director general levanta un teléfono, marca un número y dice "buenos días", pues ya tenemos tres actuaciones. Lo importante para nuestra doña María Antonia es actuar, que, como se sabe, es también lo importante para levantar viviendas virtuales. Lo peor de estas viviendas es que tienen mucha virtud, pero poco techo y el personal se moja si se cobija en ellas. Además, como tampoco tienen paredes, los vecinos pueden vivir como en comunas hippies, al aire libre, en torno al fraternal fuego de campamento que tanto une y protege el medio ambiente. El modelo de doña Antonia acabará cruzando fronteras porque es muy económico y se levantan edificios sin apenas ruido, aunque con muchas actuaciones .

Una pregunta en serio: ¿Cuántas viviendas levantó la consejera extremeña con su plan de viviendas? Ninguna. Bueno, pues con el loable ejercicio de "las actuaciones pro viviendas" ha logrado sentar cátedra en el Consejo de Ministros, para exportar a toda España el mismo plan. Las 180.000 viviendas de ZP serán las 180.000 actuaciones de doña María Antonia y lo divertido va a ser el día de la entrega de llaves. ¿Se lo suponen ustedes? Todos los jóvenes, prietas las filas, esperando que el notario saque del bombo invisible la llave de viento del piso virtual. ¡Vivaaaa, vivaaaa, viva doña María Antonia ! El que se lo debe estar pasando bien es el propio Ibarra, que comienza a comprobar que sus políticas de desarrollo, por fin, comienzan a implantarse en España. Ya era hora. En nada logrará que toda España acompañe a Extremadura como "región objetivo uno", logrando así la ansiada igualdad.

*Abogado y portavoz del Grupo Popular en la Asamblea de Extremadura