Aunque ha sido absuelta, Cristina de Borbón deberá pagar 265.000 euros por su implicación en el caso Nóos. Parece un contrasentido, desde luego, esto de pagar después de ser absuelta, pero así consta en la sentencia, que acuerda que Cristina de Borbón «responderá, conjunta y solidariamente con Ignacio Urdangarin, hasta la cuantía de 265.088,42 euros». Por supuesto, «responderá» es solo un eufemismo, y ya se sabe de qué. Pero, sin abandonar la jerga de la sentencia, es pertinente preguntarse por qué Cristina de Borbón deberá «responder», si ha sido absuelta. Sin duda, porque el tribunal ha considerado que los cargos que se le imputaban no son constitutivos de un delito de prisión. Sin duda. Pero tampoco hay duda de que si tiene que «responder» --y da lo mismo si es solo con céntimos--, resulta difícil conceder que realmente ha sido absuelta. En todo caso, absuelta de tener que «responder» con prisión, lo único.

Pero el contrasentido es mayor cuando se da la circunstancia, además, de que la absolución y la inocencia no parece que vinculen, en el sentido de que quien es inocente ha de ser absuelto y, lógica inversa, quien es absuelto es porque es inocente. Así, el que el tribunal haya absuelto a Cristina de Borbón no significa que la considere inocente, sino que la acusa de ser «responsable a título lucrativo» de los fraudes económicos de su marido.

Por lo tanto, y a despecho del juez Castro, no era tan «mujer florero» (España da muchas últimamente: Ana Mato, Rosalía Iglesias, Cristina de Borbón), sino que conocía perfectamente las actividades delincuenciales de su marido, al menos en la medida en que se beneficiaba de ellas. Vale que Cristina de Borbón estuviera estúpidamente enamorada, según la defensa, pero no hay fiscal Horrach que crea que estaba enamoradamente estúpida, con ser lo común.

Es decir, por mucho que se explique que la absolución de Cristina de Borbón es solo relativa a la prisión y que su inocencia es solo inocencia relativa, es inevitable la conclusión de que debe de ser la primera persona condenada a «responder» por ser inocente. Una inocencia de 265.088 euros.