TPtaradójicamente el ser humano se vale del lenguaje para marcar distancias entre territorios poblacionales. Es curioso, pero no hay nada que interfiera tanto en el intercambio cultural entre los distintos pueblos como la diversidad de lenguas, y sin embargo nos empeñamos en mantener esa variedad lingüística en favor de la abundancia cultural de los hombres sobre la tierra.

Génesis nos narra cómo Dios castigó a los hombres cuando estos comenzaron a construir la Torre de Babel para que sirviera de enlace físico entre la tierra y el cielo, algo que a Dios no gustó por considerarlo un acto soberbio y un desafío a su omnipotencia. Para impedir su construcción, Dios provocó en los hombres una especie de amnesia lingüística y comenzaron a hablar idiomas distintos, de manera que no se podían trasmitir sus conocimientos matemáticos, de geometría, de física y química, y tuvieron que desistir de elevar la torre. Este pasaje bíblico nos cuenta que los hombres, al no poder comunicarse, se distanciaron unos de otros y se dispersaron por el mundo para formar los distintos países con sus respectivas lenguas.

Pero echémosle más imaginación a este pasaje y alarguémoslo pensando que transcurrido un tiempo Dios levantó el castigo a los hombres y les concedió un nuevo lenguaje común. Entonces los habitantes de los distintos países comenzaron a trasmitirse ideas con facilidad, a remitirse bellas e inteligibles cartas de amor, a intercambiarse ilustrativos libros y manuscritos sobre sus costumbres y protocolos, a dedicarse canciones líricas y épicas. Pero hete aquí que muchos hombres desestimaron ese acercamiento porque se creyeron distintos del resto y comenzaron a inventar lenguas que les sirvieran para intentar justificar su diferente condición. Dios tomó esto como un nuevo acto ofensivo por ser un menosprecio a su benevolencia, pero esta vez no les impuso ningún castigo porque llegó a la conclusión de que los mortales ya se aplicaban ellos solos su castigo con su actitud.

Hoy existen 6.500 lenguas en el mundo. Sigan imaginando y piensen qué ocurriría si sólo existiese una.