WEwl presidente de la Junta aprovechó la toma de posesión, ayer en Mérida, de la nueva consejera de Educación, Eva María Pérez , para marcar la prioridad de este departamento en el futuro: abordar el fracaso escolar en la región, un asunto de los más graves que tiene el sistema educativo extremeño. Se tomen los estudios que se tomen siempre indican que en Extremadura se registra un nivel de fracaso de los más altos de España, hasta el punto que algunos señalan que el 46% de los escolares extremeños no se gradúan en ESO. Rodríguez Ibarra propone abrir un debate social sobre las causas del fracaso. Es una iniciativa que, de tan necesaria, es de esperar que todos los sectores educativos --a los que convocó la flamante consejera inmediatamente después de que hablara el presidente-- se pongan a la tarea y aporten sus puntos de vista con rigor y prontitud. La apelación del presidente a tomar ese toro por los cuernos, además de la crítica implícita que supone para los anteriores gestores de la consejería, es la única actitud compatible con la aspiración pregonada por la Administración autónoma de hacer de Extremadura una región que se incorpore a "la revolución del conocimiento". Porque a ese tren sólo se suben las sociedades educativamente preparadas.