Aunque se ha de esperar a ver qué poderes reales tendrá el nuevo cargo de primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), es positivo que Arafat haya encargado formar Gobierno a su segundo, el veterano Mahmud Abbas (Safad --pueblo palestino hoy en el Estado de Israel--, 1935) más conocido como Abu Mazen, su nombre en la resistencia.

Exiliado con su familia en Siria en 1948, el número dos de la OLP se licenció en Derecho en Damasco y, más tarde, se doctoró en Filosofía en Moscú. A los 25 años, conoció a Arafat y participó en la creación del movimiento Al Fatah. Hace tiempo que Abu Mazen fue el primero en defender el diálogo con Israel, lo que le llevó a coordinar las negociaciones en la histórica Conferencia de Madrid (1991) y a firmar el acuerdo de paz en Oslo (1993), actualmente papel mojado (o quemado).

Fiel a ese espíritu, Abu Mazen suele repetir: "Nosotros y los israelís tenemos que olvidar. Si no olvidamos, nunca habrá paz entre las dos naciones". En la medida que está bien visto en Occidente, los extremistas palestinos le consideran un traidor. Sus lujosas residencias en Gaza y Ramala dieron paso a sospechas de corrupción. Consciente de que EEUU sólo ve por los ojos de Israel, a Abu Mazen nada más le queda el lamento: "Los americanos no tienen en cuenta nuestro sufrimiento". Totalmente cierto.