WLwa segunda Conferencia de presidentes resultó, en términos generales, un éxito: Zapatero alcanzó un acuerdo básico para paliar el déficit de la sanidad hasta que se consensúe un nuevo sistema de financiación, y lo hizo incluso con los presidentes autonómicos del PP, que habían pedido una aportación de la Administración central de 1.800 millones al año. El Gobierno español ha triplicado su oferta de hace una semana y aportará 1.700 millones de euros, al menos durante dos años, a las comunidades autónomas; anticipará otros 1.300 millones a través de unas entregas a cuenta que hasta ahora dosificaba en exceso, y facilitará que las autonomías puedan gravar más impuestos en el futuro, si bien este extremo ha sido rechazado por el Gobierno extremeño, aunque en días anteriores terminara aceptando que el Ejecutivo central incremente los impuestos sobre el alcohol y el tabaco. El acuerdo de ayer responde a las demandas de la Junta: esos más de 50 millones al año se corresponden con el porcentaje del 2,95 del gasto sanitario que ha recibido la región, aunque Ibarra no ha podido imponer que se primara la dispersión geográfica y el envejecimiento de la población, factores por los cuales la región podría haber obtenido más fondos.