La visceralidad asomó ayer con sus peores artes en Casa Antonio Jiménez (RNE) a propósito de la crisis del Prestige. Y tras haberse denunciado toda crítica al Gobierno, Carlos Dávila se volvió a poner por montera el código deontológico (cierto que no rige en las tertulias, faltaría más) de los periodistas. "Un periodista --acusó-- está sufriendo; un partido de la oposición le ha dicho que, como siga así, saben dónde van sus hijos al colegio". "¡Qué dices!", se alarmó Jiménez. "Pues sí; y no diré más". Juancho Armas Marcelo pidió concreción. "¿La oposición amenaza a un periodista?", inquirió Jiménez. "He dicho --agregó Dávila-- que le ha llegado a un periodista el siguiente mensaje". "¿Dónde? ¿En Galicia, en Madrid?", insistió Armas. "Diré --dijo Dávila-- lo que quiero decir: a un periodista le ha llegado que hay gente de la Ejecutiva de un partido que dice que sabe a qué colegios van sus hijos". "¿De qué partido?", preguntó Hermann Terscht. Dávila se negó a decirlo. Terscht cuestionó que generalizara aludiendo a "la oposición". "¿Por qué se supone que lo amenazan?", inquirió Jiménez. "Porque --contó Dávila-- es, como diría Rosa Conde, un sectario a favor del Gobierno".Terscht objetó: "No considero correcto dar informaciones vagas, implicando a un partido de la oposición y dejando (la acusación) en el aire; es una cuestión gravísima; debieras especificar". "Me da igual que te parezca mal", soltó Dávila. "Me parece fatal", replicó Terscht. "Hay cosas tuyas que me parecen fatal", remató Dávila. Armas advirtió: "Estás acusando". Pero Dávila sostuvo que él

Terscht"No considero correcto dar informaciones vagas, implicando a un partido de la oposición y dejando en el aire; es una cuestión gravísima; debieras especificar". "Me da igual que te parezca mal",Dávila. "Me parece fatal",Terscht. "Hay cosas tuyas que me parecen fatal",Dávila. Armas"Estás acusando".Dávila"informaba".