TCtomo dejaron escrito los antiguos, todo drama reclama un culpable. Culpable que una vez sobre el escenario, para tranquilidad del público, debe recibir preceptivo castigo. La ausencia del presidente del Gobierno de las sesiones del Tercer Congreso de Víctimas del Terrorismo --ausencia injustificada e injustificable-- fue origen de todo tipo de comentarios a lo largo de la jornada inaugural. En la de clausura las cosas habrían continuado por el mismo cauce de no ser porque a primera hora de la mañana Gregorio Peces- Barba dio la campanada anunciando que abandonará en breve la Secretaría de Estado que apareja el Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo.

A partir de ese momento, la inexplicable ausencia de Rodríguez Zapatero pasó a un segundo plano.

Los más afines al PP, Alcaraz y compañía, hablaban de sabor agridulce a la hora de paladear la noticia de la marcha de aquel a quien combatieron desde el primer día de su nombramiento. Los más cercanos al Gobierno, como Pilar Manjón , proclamaban su afecto al viejo profesor. Como en tantas otras ocasiones, la más serena ha sido Maite Pagaza , la mujer cuya palabra siempre exacta para retratar el dolor sin caer en la demagogia ni el fervorín partidista, es el ejemplo de la dignidad de una causa, la de las víctimas, que, al margen de códigos partidistas, debería ser la de todas las personas decentes.

Peces-Barba se va porque está harto. Harto de sufrir ataques por haber intentado ayudar a quienes tanto lo necesitan, habiendo dejado lo que más le gusta que es la Universidad. Su nombramiento fue fruto de la improvisación --una más-- del presidente del Gobierno. Cometió un error: no ver que la cuestión del terrorismo se ha convertido en un ingrediente más de la lucha partidista.

Anunciando que se va y diciéndolo como lo ha dicho en Valencia, Peces-Barba ha hecho un favor político a Zapatero. Gracias a aquél, el público mira hacia otra parte y no repara en la falta de gallardía de quien no se atrevió a ir a Valencia por temor a los abucheos de un parte de los asistentes al Congreso de Víctimas del Terrorismo.

*Periodista