TJtuan se jubiló para disfrutar de unos años maravillosos. Pues no sale de casa y eso no hay mujer que lo aguante. Su esposa le llama el adosado. Ni siquiera le concede el título de unifamiliar. Adosado. Se pasa el día pegado a ella pero sin los ardores de mejores tiempos. Como no tiene alto nada no necesita pasear para rebajar el colesterol. Un estorbo. Si va por el pasillo, paseo muy frecuentado por las esposas, se lo encuentra en medio impidiéndole el paso. Si ha de limpiar el baño allí está afeitándose, que no puede afeitarse a otra hora sino en la que lo tiene que fregar. Si necesita poner la lavadora aún no se ha levantado y no puede quitar las sábanas. Si hay que encerar el salón, allí está viendo la tele, porque se pasa el día ante el televisor, se sabe los anuncios y hasta ve los programas de una emisora alemana, que ya me contarás el alemán que sabe él. Y no le pidas que te eche una mano, pues en los muchos años de convivencia ha demostrado que su inutilidad para las tareas caseras es congénita e irreversible.

Además no se conforma con estorbar. Incordia. Nunca le habían interesado los precios de las acelgas. Pues ahora no hace otra cosa que preguntar por ellas para decirle que en el super de la calle no sabe que son más baratas. Antes iba su esposa a la peluquería y ya le podían marcar y cortar lo que quisieran que como no le cortaran la cabeza no se enteraba. Y cuanto más tardara mejor. Ahora anuncia que va a salir y: ¿a dónde vas otra vez? Tarda más de diez minutos y ya está nervioso. ¿Pero dónde se habrá metido esta mujer?

Su esposa se queja: ¿En qué hora te jubilaste?

*Profesor