A la hora de escribir estas líneas me embargan sentimientos de perplejidad, incredulidad, indignación e impotencia acerca de los acontecimientos que desde el pasado 9 de mayo, fecha de la intervención Judicial de Afinsa, se vienen sucediendo hasta hoy.

Tras una intervención espectacular en la sede central de dicha compañía en Madrid, previa filtración a ciertos medios de comunicación y previa detención de sus principales dirigentes, encarcelados durante casi un mes, y posterior rueda de prensa del portavoz del Gobierno, Fernando Moraleda , afirmando que nos encontrábamos ante un caso claro de estafa masiva, blanqueo de capitales, administración desleal, insolvencia punible , falsedad en documento privado, etcétera, al día presente de hoy, los medios de comunicación ya sólo hablan tímidamente de presunta estafa y los afectados por la intervención y la opinión pública en general, estamos esperando que la justicia clarifique definitivamente si todas las acusaciones formuladas por el Ministerio Fiscal son, efectivamente, ciertas.

Hasta el momento en que escribo estas líneas, y en el caso de Afinsa, sólo se habla de suposiciones y conjeturas. No han podido demostrar el delito de evasión de capitales, pues el dinero se encontraba en bancos suizos, con sede en Madrid y sujetos por tanto, a Derecho Español.

--No han podido demostrar la estafa piramidal pues no había estafados hasta el día 9 de mayo o al menos, en las direcciones regionales de Consumo no consta denuncia alguna de particular contra Afinsa. Tampoco existen los sellos falsos o al menos, aún ninguna persona cualificada ha certificado que así sea. Tampoco hay error contable según admite ahora la propia Hacienda.

--Está también por demostrar que la compañía se hallara en el momento de la intervención en situación de quiebra como afirma la Fiscalía Anticorrupción basándose en los informes de la inspectora Jefe de Hacienda, M. Teresa Yabar Sterling , quien desoyendo todos los consejos, informes y dictámenes de distintos organismos como la CNMV, el Banco de España e incluso los servicios jurídicos de Hacienda , que consideraban a esta actividad económica de Inversión en Bienes Tangibles como una actividad mercantil, comercial, de compra y venta, como digo decide de repente y por su propia cuenta pasar a considerarla y, con efectos retroactivos, como actividad financiera, con lo cual el caos y la confusión están servidos por la sencilla razón de que son actividades de distinta naturaleza, y que por tanto llevan contabilidades distintas y tributan de manera distinta; Este es el punto clave de toda esta polvareda, que convendría dilucidar, sobre todo, al efecto de valorar la necesidad y oportunidad y el alcance de tan devastadora intervención y, por supuesto, al efecto de determinar la más que probable responsabilidad civil del Estado, no sólo por la falta de regulación de esta materia, por el clamoroso vacío normativo, que hace que ninguna Administración, ni autonómica ni central, se confiese competente, pese a que distintas asociaciones de consumidores o incluso la propia Afinsa hayan solicitado en dos ocasiones dicha regulación y de que el actual ejecutivo socialista se haya negado en varias ocasiones a desarrollar la famosa disposición adicional cuarta de la ley del 2003 o incluso haya llegado a derogar de la ley del mercado de valores el artículo 26 que establecía la prohibición de captar ahorro público a entidades sin control, si no también y sobre todo, por decidir entrar a saco , como elefante en chatarrería , sin estar seguro absolutamente de nada y sin medir y calcular las terribles consecuencias de lo que han hecho: Quebranto económico de tantas familias afectadas, pérdidas de puestos de trabajo en la compañía, hundimiento de las acciones de las filiales de Afinsa en los mercados internacionales, abaratamiento de las colecciones de sellos en dichos mercados, desconfianza general hacia empresas del mismo o parecido sector e impuestos que dejará de recaudar el Estado, derivados de la actividad de dicha multinacional española que, hasta el fatídico día 9-05-2006 era, según numerosos datos, una de las líderes en el mercado mundial.

Queremos saber qué ha pasado verdaderamente, sin mentiras ni manipulaciones, por qué una empresa española solvente y seria, con 25 años de trayectoria intachable, con sedes y delegaciones en las principales ciudades de España, tiene que soportar que les manden a un grupo de GEOS armados con metralletas como si de una operación antidroga o antiterrorista se tratara.

Queremos confiar en que los resortes del Estado de Derecho funcionen adecuadamente, en orden a que se depuren las responsabilidades de quien corresponda, y de que los ahorros, fruto del trabajo y el sacrificio de tantas familias, reviertan ordenadamente y con el tiempo, a sus legítimos propietarios, de lo contrario, se habrá abierto una brecha más en el antaño sólido casco jurídico de nuestra nación.

*Presidente de la Plataforma Blanca de Afectados de Afinsa de Almendralejo