Los enfermos trasplantados de órganos y tejidos, no pueden agradecer como quisieran el regalo de vida a sus anónimos donantes o a sus familias. Por diversas vías, todos desearían expresarlo pública o privadamente y hacer cualquier cosa que reflejara el inmenso reconocimiento y gratitud por el trasplante. Usted puede decir gracias a quien le ayuda a encontrar una calle cuando se encuentra perdido, pero la donación es anónima y altruista por lo que no pueden manifestar personalmente su sincera gratitud a quien les ha salvado la vida. El anonimato lo establece la ley de trasplantes de octubre del 1979.

Por ello, los profesionales sanitarios relacionados con donantes y trasplantes, estamos obligados al secreto y a custodiar con celo las identidades de donantes y trasplantados, aún a sabiendas de que en ocasiones estos planteamientos son imposibles. La propia naturaleza de los trasplantes obliga con cierta frecuencia a que las operaciones de extracción y trasplante coincidan en el tiempo y en el mismo centro hospitalario. Incluso habitualmente familiares del donante y familiares del receptor comparten la sala de espera, un banco de la calle o la barra de la cafetería. Y en nuestra cultura cuando vemos a una familia afligida por el dolor de la pérdida de un ser querido, es normal manifestarle nuestro sentimiento y nuestra pena. Con cierta frecuencia también, a lo largo de tantas horas de espera, salen en la conversación recuerdos y circunstancias que explican su estancia hospitalaria y los interlocutores se dan súbitamente cuenta que están unidos por una expectativa común: la esperanza. Las familias de donantes y receptores estaban con la esperanza muy alta. Los primeros, dada la gravedad de su caso, esperaban la recuperación, aunque fuera milagrosa. Los otros y por el mismo motivo, esperaban que llegara pronto un trasplante como última y desesperada solución.

Cuando los coordinadores de trasplantes entrevistamos a una familia que acaba de perder a un ser muy querido para ofrecerles la opción de donar órganos, les facilitamos toda la información necesaria para hacerles ver que la donación es una decisión buena, solidaria. El recuerdo de la donación hará más llevadera la pérdida, a medida que transcurra el tiempo podrían entender que la muerte no ha sido inútil. Además, siempre habrá varias familias que recordarán a su donante con la máxima gratitud que se puede tener, ya que gracias a este gesto tan valiente han podido salvar varias vidas. Los receptores no se lo podrán reconocer personalmente, nosotros los coordinadores de trasplantes lo haremos en vuestro nombre.

XCON LOSx trasplantados los animamos a que tengan un recuerdo para su donante y para su familia. Y nos consta que la pregunta invariablemente es: ¿podría conocer a esa buena familia para manifestarles mi gratitud? Sienten que nuestra respuesta sea negativa, aunque lo entienden.

La alegría y gratitud de los trasplantados es el motivo de que habitualmente comiencen a contar su edad a partir de la fecha del trasplante. Su segundo nacimiento. Esas actitudes hacen posible cambiar un aniversario penoso para una familia en una fecha de celebración y alegría para otra. Para los que tienen prácticas religiosas estos recuerdos van siempre acompañados de sus mejores y más sinceras oraciones, con la convicción de que su donante está integrado ya como uno más en sus oraciones cotidianas por sus familiares queridos.

Por estas y otras razones desearíamos animar a toda la población a abrazar la opción de la donación de órganos como una actitud lógica, solidaria y la más humana que se puede tener con nuestros semejantes. Solo vamos a pedir órganos y tejidos cuando ya no lo necesite su propietario, cuando no tienen utilidad para nadie más que para los enfermos desesperados y en la seguridad de que ningún otro regalo será tan agradecido como la donación con fines de trasplante, tratamiento que va a permitir el funcionamiento durante muchos años de órganos y tejidos tan indispensables por vitales.

Sirvan estas líneas como testimonio de reconocimiento y gratitud a nuestros anónimos donantes, verdaderos héroes salvavidas por LA DONACION.

*Adjunta a la coordinación detrasplantes de Extremadura.