WLw a Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta se ha decidido a retirar los Planes Rectores de Uso y Gestión (PRUG) que afectaban a seis espacios protegidos (Cornalvo, Garganta de los Infiernos, Embalse de Orellana y Sierra de Pela, Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes, Sierra de San Pedro y Sierra Grande de Hornachos) y que totalizan más de 250.000 hectáreas. Lo ha hecho después de que fundamentalmente los agricultores representados por la organización agraria Asaja, y también el PP, hayan presentado protestas de distinta índole, desde las que critican que se abriera el plazo de alegaciones a los planes en pleno mes de agosto hasta las que entran en el fondo del asunto, es decir, las que señalan que los planes, antes que defender especies protegidas, limitan los usos tradicionales y afectan al desenvolvimiento de las tareas agrícolas y ganaderas, con quebranto de las economías de los agricultores.

Se trata de una vieja controversia: las medias de protección del medio ambiente siempre han sido entendidas por los agricultores como un intervencionismo de la Administración en su actividad. La sensibilidad está a flor de piel y, por esta razón, la decisión de la Consejería de Agricultura de retirar los PRUG hasta que pase el periodo electoral parece dictada por la prudencia: no son tiempos de precampaña los mejores para discutir de este asunto con el necesario sosiego. Asaja, que quiere la retirada definitiva, tiene ahora la oportunidad de plantear su exigencia al nuevo gobierno que salga de las elecciones del 27 de mayo.