Está bien que las autoridades hagan llamamientos a la población para que no se derroche el agua, un bien cada día más escaso y, por qué no decirlo, más caro. Creo que es importante que todos nos concienciemos en la necesidad de ahorrar este preciado elemento y, desde que nos levantamos hasta que nos acostemos tengamos presente que aunque se pueda pagar, el coste ecológico es importante y sobre todo en zonas con Extremadura, donde no sobra precisamente. Pues bien, quienes tendrían que dar ejemplo con el ahorro son aquellos ayuntamientos que no regulan el agua destinada a riego y veo a diario cómo los aspersores funcionan más tiempo del deseable, sin control, hasta encharcar los jardines. Responsabilidad sí, pero para todos. ELENA BOTE. Cáceres