WEwl Gobierno anulará hoy el trasvase del Ebro previsto en el PHN, cumpliendo así otro compromiso electoral. Planteará también un plan alternativo, elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente, que no se limita, como propagan algunos, a sustituir canalizaciones por desalinizadoras. Lo más importante es que introducirá criterios de gestión responsable del agua para poner freno a un derroche que, de seguir al ritmo actual, haría insostenible cualquier plan hidrológico.

El Partido Popular protesta ahora por esta decisión del "rodillo" socialista, cuando en su día anunció que el trasvase sería "un paseo militar", y ha decidido alimentar las protestas en Valencia y Murcia con el lema Agua para todos. Justamente, esta aspiración es la que queda garantizada con la alternativa ministerial, que cubre las necesidades de esas zonas sin exprimir la cuenca del Ebro. No se podía decir lo mismo del anterior proyecto, que prometía agua abundante ocultando su impacto económico y ambiental. Los propios regantes, que son utilizados por los sectores turísticos e inmobiliarios para defender sus intereses, deberían reconocerlo si el análisis de los costes y beneficios se impone a la visceralidad territorial o la manipulación política.