THtay mucho que decir sobre el resultado de las elecciones del domingo. Y muchas maneras de enfocar los resultados. ¿Ha ganado el PP? Habría que ver dónde y por cuánto. Porque han obtenido más votos que los socialistas, pero han perdido alcaldías importantes y puede que dos comunidades. ¿Aumentan los socialistas su poder territorial? Sí, según dónde y pactando según con qué incómodo compañero de cama. Porque ni un acuerdo con los partidos oportunistas , como Unió Mallorquina o Coalición Canaria, y menos aún con formaciones como Nafarroa Bai, puede considerarse una buena salida para obtener el gobierno de una autonomía.

¿Hemos ganado los ciudadanos? Pues tampoco es seguro: la campaña ha estado dominada por ETA, no por las reivindicaciones ciudadanas. ¿Ha ganado la democracia? Pues... hombre, votar es siempre bueno, pero no solo por acudir a las urnas nos convertimos en una democracia perfecta.

Da la impresión de que es urgente que nuestra clase política cambie su discurso. No ha sido bueno convertir en primarias estas elecciones, que eran, hace falta recordarlo, municipales y autonómicas.

Y luego, patinazos como la designación de Miguel Sebastián , candidato a la alcaldía de Madrid. Todos, parece, excepto quienes se negaban a verlo, sabíamos lo que iba a pasar. Todos, excepto los muy aduladores, advertían que no era buena la elección a dedo del exsuperasesor monclovita. Todavía, excepto el grito airado --habitual ya-- del veterano José Acosta , culpando directamente a Zapatero (que tiene la mayor parte de culpa en este asunto), ni una autocrítica pública en la familia socialista madrileña. Claro que, en el campo del PP todo es satisfacción, como si Rajoy se hubiese convertido ya en el nuevo presidente del Gobierno. ¿Satisfacción por qué, si todos han perdido votos respecto de 2003?

Nunca entenderé la fiesta poselectoral en la que todos han ganado, mientras el adversario ha perdido. En este sentido, felicitaciones a Rafael Simancas , que ha actuado como un caballero y como un político realista a la hora de reconocer su derrota en la Comunidad de Madrid. Pero vae victis , ay de los vencidos...

Y ahora, se abre el futuro. Un periódico titulaba ayer martes: "España se instala en las taifas". Como cada cuatro años.